| 16 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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La relación entre Mònica Oltra y Ximo Puig empeora cada día.
La relación entre Mònica Oltra y Ximo Puig empeora cada día.

Compromís maniobra con Podemos para dejar fuera del tablero al PSOE

En poco más de 6 meses de tripartito valenciano, el Consell está roto, preso de la desconfianza y con unos socios nada fieles que ahora maquinan apartar al PSPV y a Ximo Puig.

| David Lozano Opinión

Con los resultados electorales encima de la mesa, en Podemos y en Compromís lo tienen claro: han adelantado al PSPV como primera fuerza de la izquierda en la Comunidad Valenciana y ahora ese experimento de alianza para las generales entre podemitas y nacionalistas les carga de autoridad moral para cuestionarle la presidencia a Ximo Puig. El escenario postelectoral no es la única causa-efecto, la falta de sintonía en un Consell -repartido entre socialistas y Compromís- es del todo insostenible y la desconfianza entre ambos partidos conduce a una inestabilidad en la acción de gobierno muy difícil de soportar.

De puertas para adentro la tensión ser percibe en el Palau los días de Pleno, de puertas para afuera no es un secreto las enormes diferencias personales y políticas que atraviesa el tripartito valenciano. Cualquier situación cotidiana abre la espita del enfrentamiento y el nombramiento del esposo de la consellera Carmen Montón como gerente de una empresa de la Diputación de Valencia, la posterior resolución de la crisis (dimisión forzada incluida) y las críticas públicas de Mònica Oltra (las privadas fueron feroces) a ese fichaje; han sido la guinda que corona el pastel de la bronca.

La tensión entre socialistas y Compromís es ya insostenible y afecta a la gobernabilidad de la Comunidad



Medio PSPV considera a Oltra una socia "desleal" y han pedido a Puig que no tolere su comportamiento. Fuentes de la dirección socialista valenciana, consultadas por ESdiario, han calificado a la vicepresidenta como "un caballo de Troya" que tiene la misión de dinamitar el partido y el propio Consell. "Ella precisamente no está autorizada para criticar este tipo de fichajes porque su compañero Joan Ribó ha colocado a su pareja y hemos tenido que tragar", explican las fuentes citadas y añaden que "nada bueno vamos a sacar de esta alianza".

Y a juzgar por lo que fuentes de Compromís explican a este diario las dudas socialistas en esta ocasión están bastante bien fundadas porque tanto nacionalistas como podemitas hacen cábalas, cuentas y números que les conducen directamente hacia la presidencia de la Generalitat. Oltra sería así la presidenta con el beneplácito del líder valenciano de Podemos, Antonio Montiel, pero sobre todo con el aplauso y deseo de Pablo Iglesias. Ni Oltra ni Iglesias han ocultado su simpatía mutua, aún antes de formar coalición electoral.

Pero siendo realistas, desplazar de la presidencia de la Generalitat a Puig no es tarea fácil porque la aritmética no sale (ni PPCV ni Ciudadanos respaldarían esa opción) pero sí es totalmente factible y sencillo minar el poder del socialista echando atrás iniciativa parlamentarias y decisiones del Consell. Es decir, romper el Pacto del Botánico y provocar un Gobierno tan inestable que estaría abocado a una disolución del parlamento autonómico y una convocatoria de elecciones anticipadas. En ese escenario entran en juego los cálculos de ambos partidos y extrapolan los resultados de las últimas generales concurriendo juntos a unas autonómicas. Y el resultado no es del todo malo, el PP vencería pero podrían gobernar con el respaldo puntual de los socialistas. Un bipartito pero esta vez con la presidencia de Mònica Oltra.