Carrascal asusta a los votantes de Ciudadanos y de Vox con un aviso demoledor

Dice José María Carrascal este miércoles en su columna de ABC que estamos en "plena Segunda Transición sin darnos cuenta. Y no nos damos cuenta porque fracasó antes incluso de tener lugar, debido al gatillazo de sus líderes".

En una tribuna titulada Chiquilladas, argumenta que "los nuevos líderes que iban a eliminar los errores de la Transición original están demostrando ser más infantiles, más incapaces que los que pilotaron la primera".

Y todo ello por un simple motivo, "que lo han tenido mucho más fácil". Vamos, que "la nueva hornada de líderes se lo encontraron todo hecho, además del cabreo de los españoles tras una crisis económica bestial" pero "no están dando la talla", a juicio de Carrascal, que matiza que el primero "en romperse las narices ha sido el primero que salió disparado, Pablo Iglesias, que quería asaltar el cielo, al frente de un gobierno sin tener los votos para ello" y que "hoy mendiga que Pedro Sánchez le haga sitio en el suyo".

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Según el periodista, "Albert Rivera también vendió la piel del oso antes de cazarlo: daba por sentado que su hora había sonado, sobrepasando al PP y convirtiéndose en líder de la oposición. No consiguió lo uno ni lo otro, y hoy intenta que se olvide su negativa a pactar con "el PSOE de Sánchez" negándose a sentarse con Vox a una mesa para negociar pactos de gobierno con el PP. Y Abascal amenaza con dinamitar el único gobierno que han formado juntos, el de Andalucía, no apoyando sus presupuestos si no se les respeta".

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Señala que "uno y otro alegan que se lo exigen sus votantes" y recuerda que "lo que les exigen sus votantes es que desalojen a la izquierda de cuantos gobiernos puedan" pero "lo que están haciendo es facilitar que continúe en ellos".

En conclusión: "El resultado puede ser que la derecha, a la que pertenecen, puede quedar excluida del poder en mucho tiempo, porque el único que sale favorecido es Pedro Sánchez, que aprendió de sus prisas de hace unos años y ha adoptado una actitud ambigua, que le permite nadar y guardar la ropa".