| 25 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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ATH 0 – 1 RM: Nacido el 4 de Ramos

El Madrid sale con cara de campeón, blindado en defensa pese a las patadas de un Athletic desquiciado tras el penalti y con su particular 4 de Ramos marcado todos los días en el calendario

| Redacción deportes Deportes

Podría ser el Capitán América, pero su señora madre, la Paqui, decidió que el niño nacería en Camas, no sabemos si tumbado o no. Y ahí, en los secarrales que rodeaban el curso del Guadalquivir antes de la Expo 92, Sergio Ramos aprendió a tirar penaltis sin fallo, en la canícula sevillana. Y quién sabe si incluso llegó a soñar con ser Capitán del Real Madrid y darle, a base de goles, el título a su equipo. Una nueva pena máxima transformada por el cuatro blanco, tras un penalti VAR clarísimo cometido sobre Marcelo, aleja a los blancos en el liderato, que ya huelen el título, como esas carrotcakes en el alféizar de las ventanas americanas para el 4 de julio. Aquí son el 4 de Ramos.

El Madrid sufrió, pero saltó al campo en plan mandón, que es como un líder tiene que saltar a un campazo como San Mamés, con o sin público. Presión adelantada, Athletic acorralado e incapaz de dar dos pases seguidos y una ocasión clarísima nada más empezar: una falta que lanzó Asensio, despeje de Unai Simón y Carvajal que no supo encontrar la línea correcta del pase de la muerte a Benzema para que rematara a puerta vacía, pero se lo mandó demasiado atrás.

El susto fue como un martillazo en la rodilla del Athletic, que a partir de ahí decidió comparecer al partido. El plan de Gaizka Garitano era claro: estar juntos, morder cuando se puede hacerlo sin descolocarse y esperar a que Muniain, con su inteligencia, y Williams, con su exhuberancia física, impongan su categoría en ataque. A ello ayuda el incordio constante de Raúl García, un cazador-recolector de los que le gustan a Javier Cansado.

El partido se abrió. En el Madrid, Valverde volvió a mostrar que el parón no le ha sentado bien y que le está costando un mundo ser el que ya demostró que puede ser. Modric en julio a las 14:00 es como un bombón helado derretido. Asensio fue el mejor, jugando a pie cambiado, pero la mejor ocasión madridista hasta el descanso la tuvo Rodrygo, que cabeceó fuera un gran centro del mallorquín. El Athletic, mientras, pegó varios sustos a un Courtois que sigue demostrando que está en otro rollo y no sufrió en exceso.

Conviene detenerse un segundo en Militao, bajo la lupa porque será el que tenga que jugar contra el City y fue titular ante los bilbainos, ofreció sus habituales luces y sombras: muy rápido, sabe colocar el cuerpo… pero no elige demasiado bien la acción defensiva que tocaría en cada momento: como si pidiera gambas en un asador segoviano y cordero asado en un chiringuito de Málaga. El día que ordene las ideas puede ser un defensa importante, pero debe aclarar la cabeza.

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No cambió mucho el decorado para la segunda parte. Zidane decidió intercambiar de costado a sus interiores, Valverde y Modric, para proteger a Marcelo de las cabalgadas de Williams. El Athletic perdió su salida al galope y el Madrid controlaba mejor el ritmo del partido, que era en cualquier caso exactamente lo lento que se imagina uno cuando piensa en un partido a las 14:00 de un domingo de julio. O incluso un poco más. Salvo Rodrygo, que parecía recién salido de un sambódromo. Fenomenal partido el suyo.

Y de repente, con el Madrid insistiendo pero sin terminar de rematar la faena creando peligro real, llegó la jugada del penalti sobre Marcelo, que solo vio el VAR en primera instancia, pero que era clarísimo, porque Dani García le pisa. Ramos no falló y colocó al líder en situación inmejorable cuando LaLiga está a punto de echar el cierre.

El Madrid sale con cara de campeón, blindado en defensa pese a las patadas de un Athletic desquiciado tras el penalti y con su particular 4 de Ramos marcado todos los días en el calendario, aunque el viernes no estará ante el Alavés por acumulación de amonestaciones. Pero eso será otro día.