La tela de araña de Bonig que el PSOE lleva meses tejiendo sobre Ciudadanos

"El PSPV le ha tejido una tela de araña y ha caído". Con esta frase resumía Isabel Bonig, presidenta del Partido Popular en la Comunidad Valenciana, el acercamiento de Ciudadanos al PSPV-PSOE ejemplificado por el reciente pacto en Torrent entre ambas formaciones y, sobre todo, por las palabras del síndic de Cs, Toni Cantó, proponiendo un pacto entre su partido y el socialista que, al no sumar mayoría, incluiría al PP.

Ese acercamiento no es nuevo, ni viene de las últimas semanas. Tiene sus orígenes bastante más lejos. Sobre todo en lo que respecta al Partido Socialista, que ha intentado cortejar a Ciudadanos principalmente en Alicante, donde llegó a insinuarle la alcaldía de la capital a cambio de la Diputación provincial. No obstante, por aquel entonces Ciudadanos estaba centrado en la parcial política de su entonces presidente, Albert Rivera, de convertir al PP en "socio preferente".

Piezas menores

Se trataba de un acuerdo imposible. En cualquier caso, aquellos acercamientos se plasmaron en piezas menores, como la alcaldía de Sueca, que el PSOE arrebató a Compromís con el apoyo de Ciudadanos y Partido Popular. O el pacto en Loriguilla. Y, ya en verano, Alcàsser o Tavernes Blanques, donde los socialistas gobiernan con Ciudadanos.

El objetivo del partido que secretaría Ximo Puig es doble. Por un parte, no dar por sentado que Compromís resulta su socio preferente, aunque lo sigue siendo a nivel autonómico y en la capital del Turia. No obstante, en muchos municipios existe una fuerte tensión entre los grupos municipales de ambas formaciones, que ha llegado hasta el punto citado de antes en Sueca. O incluso a que en Paiporta u Oliva el PSOE se negara a apoyar alcaldías de Compromís hasta el penúltimo minuto. 

Tensión con Compromís

El tirón socialista en los últimos comicios les ha permitido poder despegarse de un socio de circunstancias y que muchos alcaldes del PSOE ya no tengan que depender de sus votos. O que ya cuenten con una opción alternativa, debido al crecimiento municipal de Ciudadanos.

En cualquier caso, el principal objetivo consiste en competir con su histórico antagonista político, el PP, y privarle de sus principales bastiones en la Comunidad Valenciana: la alcaldía de Alicante y la Diputación de esa provincia. O, como mínimo, hacerle sentir que se tambalean. Para ello la principal baza consiste en resquebrajar su alianza con Ciudadanos y atraer al partido de Inés Arrimadas.

Y en esa táctica está centrado desde junio. Luego pudo avanzarla con los nuevos pactos estivales, después dio un paso más con el acuerdo de Torrent y ahora espera avanzar otro con la asamblea de Ciudadanos si Toni Cantó consigue mejorar su posición y controlar la formación a nivel autonómico, algo que todavía está lejos de hacer.

El PSOE consigue el doble objetivo de buscar alternativas a Compromís y, principalmente, darle una cura de humildad dejándole entrever que no depende de él y, por otra parte y sobre todo, zarandear el poder del PP en la Comunidad Valenciana. Mientras, Ciudadanos dar un viraje centrista, que en teoría era la base de su mensaje cuando se creó y expandió por España. Ambos salen ganando en imagen. Otra cuestión bastante diferente consiste en que ese acercamiento se plasme en algo más que en buenas palabras.