Zoido, harto de conspiraciones, dinamita por sorpresa la cúpula policial

A partir de este sábado, el comisario principal Florentino Villabona y el general de la Guardia Civil, Pedro Martín Alonso, pasarán a ser dos jubilados más. Nada que objetar, si no fuera por que ambos eran hasta ahora los máximos responsables de la Policía Nacional y del Instituto Armado.

Sin embargo, incapaces de asegurarse la fidelidad total de la cúpula policial, el equipo político del Ministerio del Interior, que dirige el ministro Juan Ignacio Zoido, -con el visto bueno de La Moncloa- ha dado un histórico golpe sobre la mesa para revolucionar el funcionamiento de la dirección de ambos Cuerpos. La polémica "guerra de comisarios", la policía patriótica, las banderías internas en la Comisaría General de Información y la descoordinación entre azules y verdes, han llevado a Zoido a poner este viernes sobre la mesa del Consejo de Ministros una revolución sin precedentes.

Así, Interior eleva este viernes una propuesta de Real Decreto para reestructurar las cúpulas de la Policía Nacional y de la Guardia Civil con cambios en las Direcciones Adjuntas Operativas (DAO), que se duplicarán en jefaturas centrales. También se nombrará en los próximos días un nuevo coordinador antiterrorista en cada Cuerpo.

De esta forma, desaparecerán las DAO creadas en 2006 y supeditadas entonces al Mando Único. Esta figura sufrió un fuerte rechazo interno y fue eliminada por el primer gobierno de Mariano Rajoy, siendo ministro del Interior Jorge Fernández Díaz.

El actual ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, actualiza de esta forma las funciones de los órganos directivos y unidades de la Secretaría de Estado de Seguridad, de la que dependen las Direcciones Generales de la Policía y de la Guardia Civil, para quien confió en Germán López Iglesias y José Manuel Holgado, respectivamente.

Con la llegada de Zoido a la sede del Paseo de la Castellana se asignó para el cargo de DAO de la Guardia Civil al general Pablo Martín Alonso y a Florentino Villabona -próximo a la jubilación- para poner paz en la más que convulsa Policía Nacional. 

En adelante, del director general de la Policía dependerán dos jefaturas centrales: la primera encargada de la Seguridad Ciudadana y Coordinación y la segunda de Información, Investigación y Ciberdelincuencia.

La Guardia Civil contará, por su parte, con dos mandos: uno de Operaciones Territoriales y otro de Información, Investigación y Ciberdelincuencia.

Según ha sabido ESdiario de fuentes de ambos cuerpos y de los sindicatos policiales, este nuevo organigrama ha provocado "indignación y estupor" en las cúpulas tanto de la Policía y de la Guardia Civil. Incluso, algunos altos mandos han advertido a los suyos que la desaparición de las DAO perjudicará a la lucha contra el terrorismo yihadista y provocará "graves disfunciones" en el trabajo diario de los agentes.