| 27 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Laura Cano en su despacho. FOTO: Vicente Rupérez (Tamayo Fotografía)
Laura Cano en su despacho. FOTO: Vicente Rupérez (Tamayo Fotografía)

Laura Cano: “Un político no debe presidir Junta Central Fallera”

Registradora mercantil, ex presidenta de falla de sección especial y madre de Fallera Mayor Infantil. No contestó la polémica encuesta fallera de Joan Ribó porque “se extralimitaba".

| Pilar Tamayo Edición Valencia

Aboga por separar completamente Fallas y Política, con un presidente de Junta Central Fallera (JCF) elegido por las comisiones y que, por tanto, no sea concejal del Ayuntamiento de Valencia. Al actual, Pere Fuset, le reclama más prudencia para “no sentirnos invadidos por posiciones políticas”. A las falleras que en unos días participarán en las preselecciones para las cortes de honor de 2019 les aconseja no buscar enchufes. Y al nuevo gobierno de Pedro Sánchez, mantener la actual reforma laboral, con el abaratamiento del despido, y bajar, si es posible, las cotizaciones sociales para fortalecer la recuperación económica.

Reclama una única fiscalidad para toda España, defiende el efecto tirón de la capitalidad de Madrid para las multinacionales y constata que el mercado de comercio de lujo está muerto en Valencia.

Presume “con orgullo” de haber contado con un compañero registrador en el Gobierno de España, Mariano Rajoy, al que “el valor se le supone”, justamente ahora que ha pedido el reingreso en la profesión. 

- ¿Las Fallas son del PP?

¡No!. De hecho, no queremos politización. Son una tradición. Habría que separar completamente la designación del presidente de JCF de los políticos, como pasa en Alicante. Debería ser un gestor elegido por los propios falleros. A mí no me representan los políticos.

- ¿Contestó la encuesta fallera de Joan Ribó? 

Claro que no. Sin ningún género de duda, se extralimitaba. Con Pere Fuset, ha habido una gran contestación porque nos hemos visto invadidos por posiciones políticas que no queremos porque la fiesta acoge todas las opiniones, clases sociales, creencias… Pere Fuset se extralimita. La fiesta hay que gestionarla pero no dirigirla políticamente.

- ¿Hace falta un enchufe para ser Fallera Mayor de Valencia?

No sólo no hace falta sino que es perjudicial. Confío absolutamente en los jurados porque la experiencia me demuestra que las designadas siempre están por encima de lo que se espera. Son unas heroínas que se visten 365 días, acudiendo a actos sin dormir con lo farragoso que es el traje, lo incómodo que es el peinado… y están con una sonrisa permanente. Todas son elegidas por méritos propios. El nivel es altísimo y estamos enamorados de ellas porque nos entregan un año de su vida. Yo no siento más que agradecimiento y admiración. Y la selección es muy limpia porque uno puede estar de pose dos horas pero no 20 días de preselección. 

- ¿Un referente?

Yo soy fallera desde los 22 meses y me gustan todas pero destacaría a Covadonga Balaguer, sin duda. El año que eres Fallera Mayor de Valencia pides que no te llueva y a ella le llovió los cuatro días, sin perder la sonrisa. Raquel Alario tiene una personalidad arrolladora. ¡Qué decir de Begoña de la Concepción! También Noelia Soria, que fue el año de mi hija… Todas lo son por algo.

Laura Cano conversa con Pilar Tamayo. FOTO: Vicente Rupérez (Tamayo Fotografía)

- ¿Son igual de limpios los jurados de los monumentos?

No es lo mismo porque siempre hay gente que colabora con artistas y aquí nos conocemos todos. La verdad es que es difícil constituirlos porque hay muchísimas secciones. Al final, sólo está contento el que se lleva el primer premio. Personalmente prefiero que me designen el jurado y que no lo elijan las comisiones. Por otra parte, no hay criterios fijos de valoración, igual que pasa con las luces.

- Fue presidenta de la Falla Almirante Cadarso pero la experiencia no resultó todo lo positiva que esperaba…

No. He conocido las Fallas como fallera de a pie, como Fallera Mayor con mi hija como infantil, al año siguiente cuando ella fue Fallera Mayor Infantil de Valencia y después me metí en la aventura de la presidencia de una falla y de la Federación de Fallas de Especial. Es un mundo complicado. Como mujer, en mi ámbito profesional, nunca he tenido ninguna cortapisa pero la gestión fallera la siguen llevando los hombres. La dedicación a una falla es muy grande porque son 365 días en horarios fuera de tu jornada laboral que suponen una renuncia mayor para las madres. Por mucho que pretendamos la igualdad, no existe y muchas tampoco la queremos porque yo prefiero ser mujer con una serie de parcelas femeninas que quiero conservar.

Mover San José siempre a los lunes beneficiaría a la economía general de Valencia

- ¿Es muy difícil financiar los monumentos de la sección especial?

Las grandes fallas de especial se nutren de patrocinadores que aportaban muchísimo dinero durante la época de bonanza pero con la crisis, las aportaciones bajaron hasta un 60%. Los falleros, además, no guardamos nada porque el objetivo es quemar todo el dinero cada año. Cuando empezamos el año siguiente, estamos a 0. Luego hay otro problema añadido y es que la contabilidad de las empresas va del 1 de enero al 31 de diciembre mientras que en las fallas, va del 20 de marzo al 19 de marzo del año siguiente. Normalmente, las aportaciones a las fallas se producen al final y nosotros necesitamos financiarnos desde el 20 de marzo. Esto produce que durante muchos meses tengamos que funcionar con pólizas bancarias, donativos de las falleras mayores o endeudamientos personales.

- Se barajó la posibilidad de mover San José siempre a lunes precisamente para garantizar más flujo de visitantes y, por tanto, más patrocinios.

Las de especial siempre hemos abogado por este cambio, que beneficia a la economía general de Valencia. Por otro lado, muchos falleros pagan todo el año sus cuotas y cuando llega la fiesta, trabajan y no pueden disfrutar. Y también hay muchos valencianos que odian las Fallas por lo que favoreceríamos que se pudieran ir de puente. Pero se sometió a la votación en una asamblea de presidentes y se votó que no.

- ¿Hay fórmulas alternativas?

La crítica que puedo hacer al mundo fallero es que se debe reinventar. En estos momentos, los anuncios en el llibret no tienen sentido porque nadie los lee ya. Se imponen nuevas fórmulas para atraer a los turistas durante todo el año, por ejemplo visitando los talleres o conociendo cómo se realiza un espolín. ¡A mí me impresionó muchísimo así que imagínate a un extranjero!. Nuestra sedería ha sobrevivido mejor que ninguna en el mundo gracias a las Fallas y no la podemos perder porque es una joya.

En este sentido, me parece importantísimo el proyecto de Hortensia Herrero para rehabilitar el Colegio del Arte Mayor de la Seda que es una joya de todos los valencianos. Y digo lo mismo de los encajes que es una industria que no cesa.

- ¿Le gustan los puestos callejeros que tanta polémica han levantado este año?

Son otra vía de financiación. Mantener una falla es muy difícil. Si el sector de la restauración nos apoyara un poco más, desaparecerían pero no lo necesita porque el consumo sube igualmente. Los puestos ambulantes también dan vida a la ciudad.

- Limitar los turistas: ¿sí o no?

No. Hay que racionalizar. A veces se desea un turismo de mayor calidad pero nuestra fiesta es tan rica, que hemos de hacer que cada vez sea más conocida. ¿Quién no conoce los Sanfermines? En el extranjero, mucha gente aún no sabe qué son las Fallas. 

“Es positivo mantener la reforma laboral de Rajoy porque hay muchísimo menos paro”

- Vayamos al Registro Mercantil… ¿qué marca el termómetro actualmente?

Mejoría. Venimos de una época con un pequeño ascenso en la constitución de empresas, sobre todo en servicios. No tanto en construcción sino en inmobiliario.

El período 2007-2009 fue terrible. Había desaparecido la creación de empresas, aunque el mayor impacto se produjo en el Registro de la Propiedad porque el Mercantil no tiene picos tan acentuados. El depósito de las cuentas es el termómetro verdadero. Si no se formulan o no se aprueban, se paraliza la actividad y se liquida una sociedad.

- ¿Existe obligación de depositarlas?

Sí, dos veces al año en el Registro Mercantil. Así se hizo para dar mayor transparencia y mayores garantías para la concesión de créditos bancarios, por ejemplo. En principio se estableció una multa pero como no fue una sanción eficaz, se cambió el criterio y se impuso el cierre registral de la sociedad que no depositara sus cuentas y esto tiene un efecto muy importante porque no te permite, por ejemplo, inscribir a un administrador.

- ¿Qué debe tener una sociedad para no ser una pantalla de evasión de impuestos, como sucedió con el ex ministro Màxim Huerta? 

No todas las sociedades desarrollan una actividad comercial pero necesariamente deben tener empleados, local abierto, un seguro de responsabilidad civil… Y el capital social ha de estar distribuido entre varios socios y ninguno de ellos puede superar el 25%. La Agencia Tributaria exige estos requisitos para comprobar que en efecto no es una sociedad pantalla. La tributación de una sociedad es menor porque el legislador pretende que se active la economía y en el caso de las personas físicas, se oscila entre un 48 y un 52% en las rentas más altas.

Laura Cano en otro momento de la entrevista. FOTO: Vicente Rupérez (Tamayo Fotografía)

- ¿Madrid sigue tirando más?

Tanto las personas jurídicas como las físicas tienen una situación más ventajosa y, además, las grandes empresas buscan su sede en la capital y esto es un hecho incontestable. El grueso de la fuga catalana ha ido a parar a Madrid. En nuestro caso, nada comparable. Y esta situación de tirón por capitalidad sucede en cualquier otro país. Las grandes sedes siempre están en las capitales. Barcelona también tiene otro inconveniente, que es el idioma. El primer pensamiento de una multinacional siempre es Madrid.

- ¿Debería haber una única fiscalidad en todo el país?

En Madrid se intenta fomentar la creación de empresas con tipos menores. Simplemente en la transmisión, aquí está al 10% y en Madrid, al 6%, lo que es una diferencia muy importante. El dinero siempre acude donde menos se pueda pagar. Parto de la base de una fiscalidad única en toda España porque actualmente hay una quiebra del artículo 14 de la Constitución que dice que todos los españoles somos iguales. En el fondo, no es verdad porque no todos pagamos lo mismo, ni siquiera en los ayuntamientos. Es fácil de entender que la subida de impuestos frena la actividad empresarial porque se dispone de menos dinero y hay retracción. El impacto que se pretende que es que haya más recaudación se quiebra y se produce justo al revés.

“El dinero realmente se mueve en Madrid y en comercio de lujo, estamos muertos”

- ¿Hay mucha economía sumergida?

Es fácil pensar que el número de parados en España no responde a la realidad. Es seguro inferior. Si se bajaran los impuestos, afloraría.

- ¿El cambio de gobierno influirá en la economía?

Va a depender mucho de la estabilidad. Si se produce un aumento de la presión fiscal, no será bueno desde un punto de vista empresarial. El dinero se aleja de la convulsión y de ahí vemos que crece la prima de riesgo, baja la Bolsa… El capital es seguro y no tiene sentimientos. El momento actual es de expectativa.

Los buenos inversores compran más cuanto más baja la Bolsa. El particular se asusta pero eso es justo lo que no hay que hacer aunque es difícil porque uno piensa que a ver si pierde lo que tiene.

- ¿A favor de mantener la reforma laboral con el abaratamiento del despido?

Ha habido una época de enorme retracción en la contratación y se optaba por la parcialidad para evitar el coste de los despidos. Lo que por un lado ha sido malo para los trabajadores que percibían una indemnización menor, ha sido bueno para la creación de empresas. La actividad económica tiene ánimo de lucro y si no se obtiene, se cierra la sociedad. Es positivo mantener la reforma laboral y así se ha demostrado porque en estos momentos hay muchísimo menos paro que cuando Rajoy llegó al gobierno.

- ¿Y las cotizaciones a la Seguridad Social?

Son siempre una losa y retraen. La mayor parte de la cotización la asume el empresario y al final si no se pueden soportar los costes, seguramente se optará por resguardar el dinero. Pero hay mucho gasto del Estado que se tiene que pagar de alguna manera.

- El ex presidente del Gobierno es registrador y de hecho, ha pedido el reingreso en el cuerpo. ¿Esta profesión es un buen aval?

Nuestra oposición es común: Propiedad, Mercantil y Bienes Muebles. No puedo decir que Rajoy no sea capaz porque quien aprueba esta oposición se le presupone el valor. Otra cuestión es coincidir o no políticamente pero no se puede poner en tela de juicio su capacidad intelectual. Como registradores, ha sido un orgullo haber tenido un presidente registrador.

- ¿Qué nivel tienen los políticos actualmente?

Hay de todo (risas). La clase política actual está muy denostada por los escándalos de corrupción y no es algo que cualquier profesional envidie. Para ser político, no hace falta nada y está abierto a todo el mundo. No se requiere una cualificación profesional que en ocasiones tampoco garantiza nada. De hecho, tenemos casos de empresarios triunfadores que carecen de ella. Pero es verdad que hay mucha gente que se puede arrimar por los beneficios que tienen. A mí me resulta muy difícil gobernar mi casa, con que no me imagino lo que puede suponer dirigir un país que me parece una proeza.

- ¿Existen mecanismos para evitar la corrupción?

Claro que los hay pero hecha la ley, hecha la trampa y quien conozca bien la Administración, puede eludir muchos controles. Los funcionarios son muy conscientes de su responsabilidad. La corrupción no se atajará nunca al 100% pero estas situaciones irán desapareciendo poco a poco. 

- Como madre de Fallera Mayor Infantil de Valencia trató de cerca de Rita Barberá.

A Ribó no lo conozco. De Rita sólo puedo decir cosas buenas. Con todo lo que se le pueda achacar, transformó Valencia, que no tiene nada que ver con la Valencia de hace 30 años. Cuando yo era jovencita y me preguntaban qué enseñar de mi ciudad, sólo había las Torres de Serranos y de Quart, la Basílica, la Catedral, los Viveros y poco más. Hoy en día estamos en el mapa gracias a las obras faraónicas que se han hecho. Valencia es una belleza y tiene todas las ventajas de una gran ciudad y ningún inconveniente, salvo actualmente con el tráfico.

- ¿Por qué se están yendo todas las tiendas de lujo de Valencia?

Me da mucha pena decirlo pero no hay mercado. En Madrid, las encuentras cada dos pasos y aquí se reducen a un pequeño córner en El Corte Inglés. El dinero realmente se mueve en Madrid y en comercio de lujo, estamos muertos.

- ¿Cómo son nuestros empresarios?

Domina el pequeño y mediano salvo excepciones como Mercadona. Hay muchísimos emprendedores, precisamente por la crisis que hemos sufrido en la que muchos profesionales que se han visto en el paro se han hecho autónomos por medio de sociedades limitadas. No tenemos ni Ibex ni fondos de inversión.

- ¿Sobra regulación?

¡No! Los problemas de lentitud que antes había han desaparecido. Ahora se puede constituir una sociedad en seis horas.

 - ¿Se puede fracasar y volver a triunfar?

Claro que sí. Todos los grandes empresarios están acostumbrados a tener grandes catástrofes. El riesgo va asociado necesariamente al empresario que es quien genera el trabajo. Cuando oigo a un político decir que va a crear empleo, siempre digo que es mentira. Los políticos muchas veces se ponen medallas que no les corresponden.

 

Fotos: Vicente Rupérez (Tamayo Fotografía)