| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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El bulo de ETA en Francia para presionar a España

El entorno de ETA intenta colar un gol desde Francia. Pero no habrá acercamientos en masa ni para terroristas con crímenes ni tampoco para nadie con largas condenas pendientes.

| Rafa Rodríguez Opinión

Francia va a acercar a los presos de ETA a las cárceles que cada uno de ellos elija. Y lo hará, como paso previo a su liberación, con independencia de cuánto tiempo de condena lleven cumplido y de que hayan cometido incluso delitos de sangre.

Ésta era la especie que ha corrido como la pólvora desde el mundo abertzale en los últimos días, presentada como una presión al Gobierno de España para que hiciera lo propio. Si lo hace Macron, venía decirse, ¿cómo se va a negar Rajoy?

El terror quiere presionar a España fabulando sobre nuevas decisiones a su favor en Francia

La cuestión es que, simplemente, no es verdad: Francia no tiene pensado cambiar su politica contra el terror etarra y mucho menos olvidar sus delitos mortales ni permitir una especie de 'negociación colectiva' de todos los presos de ETA ante el Ejecutivo galo.

Tanto se ha esparcido esa falacia que hasta el presidente de la República ha tenido que despejar las dudas aclarando que no ha modificado ni modificará su política penitenciaria: son los presos de ETA los que han cambiado su posición al aceptar cumplir con los requisitos establecidos en la legislación francesa, que continúa inmutable.

Es decir, sólo se procederá al acercamiento de los reclusos de la banda que realicen solicitudes individuales, tal como contempla la Ley, con la "línea roja" de que no tengan delitos de sangre y que estén a punto de cumplir condena.

Las víctimas se mueven

La presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Marimar Blanco, y la de Covite, Consuelo Ordóñez; saltaron como resortes a los primeros rumores y ya han mantenido reuniones con altos representantes del Ministerio de Justicia vecino para disponer de información precisa de primera mano y ahuyentar los temores.

Blanco, por ejemplo,  entrevistó hace sólo unos días con Helène Davo, directora adjunta del gabinete de la ministra de Justicia francesa, Nicole Belloubet, en un encuentro del que salió tranquila al escuchar a la delegada gubernamental que "no hay ningún tipo de negociación abierta ni con las asociaciones de los presos ni, por supuesto, con la organización terrorista ETA".

15 peticiones

En este sentido, les ha explicado que "lo que hay es una petición individualizada por parte de los presos", tal como establece la legislación francesa. Hasta el momento, según ha afirmado la representante del Ministerio galo, les han llegado 15 peticiones.

 

Imagen icónica del horror etarra, el atentado de Hipercor, en Barcelona, el 19 de junio de 1987

 

Por si acaso, las asociaciones de víctimas estarán encima, desde una premisa para ellas innegociable:  "La organización terrorista no se ha disuelto, ni ha pedido perdón, ni ha mostrado el más mínimo arrepentimiento por cada uno de los crímenes cometidos. Pero es cierto que esos requisitos que están establecidos en la legislación española, no los contempla la legislación francesa".

En esta línea, en declaraciones a EP, Blanco  ha recordado que la Ley en España es "mucho más contundente" a la hora de realizar exigencias para que se proceda a un acercamiento de los presos, como que, además de que se realicen las peticiones individuales, haya "una desvinculación de la banda y arrepentimiento".

La presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo ha trasladado a Helène Davo que su hermano, Miguel Ángel Blanco, fue secuestrado en julio de 1997 y asesinado tras exigir al Ejecutivo español que finalizara en un plazo de dos días con la dispersión.

"Teniendo en cuenta que el acercamiento fue la justificación para asesinar a mi hermano, mantener una posición ahora a favor del acercamiento, en cierta manera, sería, desde mi punto de vista, manchar su memoria", ha manifestado. Por su parte, Davo se ha comprometido a mantenerla informada de los pasos que vaya dando el Gobierno francés, siempre en una línea bien distinta a la pretendida por el mundo abtertzale.

7.000 víctimas de ETA

La acción criminal de ETA queda reflejada en sus 7.242 víctimas, según un censo oficial recientemente concluido que incluye, en ese terrible estadística, a casi 900 muertos. El número exacto, hasta ahora no precisado al detalle, fue adelantado el pasado 8 de junio por el ministro del Interior, Juan IgnacioZoido, en un seminario internacional organizado por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT).

 

Macron asegura que ni ha cambiado ni cambiará la política francesa hacia el terror de ETA

 

Fue la primera vez que el Gobierno ofreció  datos del censo de víctimas del terrorismo, de acuerdo a sus ficheros. Hasta ahora, las cifras eran dispares en lo relativo a ETA. La Oficina de Víctimas de la Audiencia Nacional habla de 864 asesinados, mientras que otros trabajos académicos como el libro 'Vidas rotas' documentaban 858. El Gobierno vasco, por su parte, rebajó en su día la cifra a 849 asesinados.

En el campo judicial tampoco hay cifras oficiales. La Audiencia Nacional ha dictado desde su creación unas 1.500 sentencias sobre ETA, de las que 713 se han referido a atentados mortales, según estimaciones de la AVT, una de las organizaciones que más han reivindicado la importancia de documentar el terror en España.

Justicia y dignidad

En 2011, la Fundación de Víctimas del Terrorismo fijó en 324 el número de víctimas sin autor conocido. A diciembre de 2016, un estudio de la AVT actualizó esta cifra hasta los 312 casos sin resolver, que se corresponden a 245 atentados sin juzgar. En ese periodo de tiempo se han reabierto 20 sumarios y en doce se ha condenado al autor del atentado.

Con esta brutal estadística, la eterna reivindicación de las víctimas -memoria, dignidad y justicia- sigue vigente y, a juicio de al menos tres de los cuatro grandes partidos de España, la necesidad de apoyo y reconocimiento nunca caducará. Otra cosa distinta es que las asociaciones lo perciban así o no. El malestar cíclico suele estar justificado.