| 16 de Abril de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse

Pedroche no dice la verdad: no tiene libertad para vestir lo que quiera el 31-D

Se ha esforzado en dar justificaciones y alegaciones y sobre todo en insistir que ella decide lo que se pone par dar las Campanadas y que lo hace libremente, pero la presentadora "miente".

| ESdiario Medios

Mucho se está hablando estos días de micromachismos y de Cristina Pedroche y este viernes Eduardo Álvarez se suma al debate desde su columna de El Mundo para añadir nuevas reflexiones.

Recuerda que se dice que es micromachista, por ejemplo, considerar normal que en televisión los presentadores masculinos son los que aportan el rigor y sus compañeras féminas la cuota guapa y hasta ahí la lección parece sencilla pero "un año más la Pedroche defiende como lo más feminista dar las campanadas en bikini mientras que Chicote nos ahorraba el mal trago de verle en tanga".

Según Álvarez, la presentadora "podía haber dicho que ella se pone como le sale del moño y que el que no quiera que no la mire. Pero no. En una nueva reinterpretación del feminismo del siglo XXI explica que su performance era un alegato en favor de la mujer, subrayando que feminismo es libertad para ponerse lo que una desee".

Sin embargo, el periodista tumba esta justificación  y asegura que "Pedroche parte de una premisa falsa, que es lo que más irrita en este episodio grotesco. Claro que no tiene libertad para escoger indumentaria. Si diera las campanadas con un traje elegante y apropiado para la ocasión, nadie hablaría de ella. Y, como le ha ocurrido a tantos y tantas presentadores, lo más probable es que ya habrían dejado de contar con ella para comer las uvas".

En conclusión, sentencia que "feministas y machistas están condenados a seguir ciertas reglas de protocolo en la sociedad en la que vivimos, como la de disfrazarse para una boda por respeto a los contrayentes. Meterse en la casa de millones de espectadores en uno de los momentos más entrañables del año en bañador no es sino una chabacanada que sólo podrían superar los de Telecinco si la próxima Nochevieja da las campanadas Belén Esteban sin ropa. Lo demás, son cuentos".