Más injerencias en la propiedad privada

A pesar de los desmarques políticos que nos vende a veces nuestro gobierno autonómico bajo la batuta del socialista Ximo Puig,  también él mismo ha sucumbido como Sánchez a la hoja de ruta de Podemos y ha aprobado,  mediante Decreto Ley,  la posibilidad de ampliar el parque público de vivienda mediante la compra de edificios  ejercitando la administración  los derechos preferentes de tanteo y retracto.

La justificación es la tan manida “especulación inmobiliaria” y, por supuesto, el “bien común” pero la realidad es un apartado más de las “soluciones habitacionales”  aprobadas por  el presidente Sánchez.  Es una injerencia más en el derecho a la propiedad privada,  vestido por supuesto con un argumentario de libro,   para ir limitando los derechos de las personas y trasladando el control absoluto al estado.

Me llama como otras veces la atención en estas grandes ideas el traslado de su ejecución a la administración inferior, o sea, a los ayuntamientos, que cada vez tienen más competencias, más trabajo y menos presupuesto. Además  como es habitual,  el planteamiento es  una solución para los municipios, en esta ocasión para apropiarse de viviendas públicas con las que ayudar a sus vecinos más necesitados. Una vez más el “yo decido y tú ejecutas, y pagas”.

Como no podía ser de otra manera, se abre la posibilidad de que entidades sin ánimo de lucro, que realicen funciones de inserción a familias desfavorecidas, puedan ser los adjudicatarios de tales viviendas y edificios donde albergarlas. No me atrevo a calificar la puerta que se abre mediante esta posibilidad, que en teoría es positiva, pero que en la práctica puede dar lugar a muchas irregularidades y aprovechamientos.

Son formas y modos de control y ,sobre todo, intentos permanentes de cercenarnos las libertades que nos ganamos con la Constitución de 1978. Ciertamente hay un ataque permanente por parte del gobierno  a nuestro estado de derecho, a nuestra democracia que se traduce día a día, vulnerando nuestras instituciones más importantes, ya sea la Justicia y la Seguridad  a través de ministros como Marlaska o la Fiscalía o el vicepresidente Iglesias,  ya sea en la Sanidad a través del ministro Illa o Fernando Simón, o dando cobertura a miembros de gobiernos dictadores como sucedió con el ministro  Ábalos.

De cualquier manera  y a pesar de esta realidad, pese a los continuos golpes y quebrantamiento de nuestros derechos fundamentales  por parte del ejecutivo, la sociedad reclama moderación, cordura y consenso, y es ahí donde los ciudadanos mayoritariamente percibimos el modo de gestión necesaria para salir de esta situación. 

Así pues en el diálogo, en la capacidad de entendimiento, en el acercamiento hacia el centro es donde está la hoja de ruta para cualquier opción política que pretenda obtener la confianza de los ciudadanos. Y si tuviera que señalar un perfil en el que mirarse, sería el alcalde de Madrid el que mejor está representando hoy en día con sus actuaciones esta realidad.