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Sostres destroza a las "histéricas" que reniegan de Rajoy y hace polvo a la CUP
No suele andarse por las ramas el polémico periodista a la hora de analizar la situación política de nuestro país y después del espectáculo del miércoles no iba a dejar títere con cabeza...
Muchos análisis políticos se centran este jueves en los últimos acontecimientos en torno a Cataluña y Salvador Sostres, fiel a su estilo, no se anda por las ramas en su columna de ABC.
A su juicio, "los independentistas son menos de la mitad de los catalanes y el independentismo de todo o nada son mucho menos de la mitad del independentismo y además están enfrentados entre ellos". Por eso, señala, lo sustancial de lo que pasó en el Parlament este miércoles "fue la rotura interna de Junts per Cataluña, que es lo último que quedaba por romperse en el independentismo".
Según Sostres, "la CUP hace tiempo que ha demostrado que la política no es su prioridad y Esquerra intenta encauzar al independentismo en los parámetros de la realidad y del pragmatismo porque por fin ha descubierto que no hay vida fuera de la Ley: como mínimo vida en libertad y pudiendo vivir en España".
Por su parte, "el PDECat está bastante en la línea de los republicanos, y como ellos, no porque sean menos independentistas que las "cajun girls" de Puigdemont, sino porque tienen alguna ambición política más que la pura propaganda, vacía y estéril, del núcleo duro del fugado de Gerona".
Así, recuerda, "JpC votó dividida el miércoles y en la presentación el lunes de su nuevo movimiento dio los mismos palos de ciego que el independentismo lleva dando desde que el 1 de octubre".
Sostres lo tiene claro. "La estampa que el independentismo dejó este miércoles no es la de una mera regañina sino la de un bloque incapaz de articularse políticamente, atascado en su laberinto estrictamente autonomista. La CUP, con su eterno acné. ERC, con su enésimo intento de ganar unas elecciones a la presidencia de la Generalitat. Y Puigdemont, con su desesperación porque la autonomía le pague los gastos y la vanidad".
En conclusión: "Por mucho que las histéricas del otro lado quieran negársela, pocas victorias ha habido últimamente en el Occidente libre como la del presidente Rajoy en Cataluña".
