| 28 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Pedro Sánchez
Pedro Sánchez

El apocalipsis económico por la pandemia empieza a aflorar con datos demoledores

Los tremendos datos del paro desvelados este martes son solo la punta del iceberg de una crisis económica sin precedentes en nuestro país que, por desgracia, solo acaba de empezar.

| Andrea Jiménez Economía

Era evidente que la crisis del coronavirus iba a dejar tras de sí una devastación tremenda en relación con el empleo y los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), publicada por el INE así lo demuestran, ya que se han destruido 509.800 empleos en las dos primeras semanas de la pandemia.

Además, el paro sube en 121.000 personas y la ocupación disminuyó en 285.600 puestos de trabajo (-1,4%). En ambos casos se trata de los peores registros de paro y empleo desde el año 2013. Así, al finalizar marzo, el número total de parados se situó en 3.313.000 y el número de ocupados, en 19.681.300 personas, un autentico desastre económico que aún no se ha visto por completo. 

 De hecho, esta EPA del primer trimestre solo refleja una mínima parte de la crisis sanitaria, ya que no computa los parados temporales por ERTE, muchos de ellos aún sin tramitar y que las últimas cifras apuntaban a casi 5 millones de personas afectadas, ni toda la duración del tiempo de la pandemia, que prolongará sus efectos en la economía y en la destrucción de empleo.

Además, desde el INE se explica que esta estadística incluso puede ser peor, puesto que ve probable que muchos trabajadores que hayan perdido su empleo se hayan clasificado como inactivos debido a que no han podido cumplir con las condiciones de búsqueda de trabajo que se establece en la definición de paro de la EPA para que sean considerados desempleados.

Pero los efectos devastadores de la crisis no solo se quedan en las cifras del paro, sino que hay otros indicadores que demuestran la crudeza de una pandemia que además de cobrarse la vida de decenas de miles de personas, ha generado una situación económica casi insostenible.

El 41% del país dependerá directamente del dinero público

De hecho, el panorama que se presenta tras el confinamiento, una vez que el Gobierno no ha establecido ningún plan para reactivar la economía es casi apocalíptico ya que solo habrá un tercio de la población con un empleo remunerado y un 41% del país dependerá de una u otra forma del Estado, ya sea a través de las pensiones o de las prestaciones.

Y es que, según las previsiones del Banco de España, entre los 3,19 millones de parados existentes antes de la pandemia y los casi 4,6 millones de parados de forma temporal ya sean por ERTE o autónomos que se acojan al cese temporal, España llegará a tener a 7,79 millones de trabajadores inactivos, lo que supondrá un desembolso de 6.000 millones de euros de las arcas públicas.

Además, a ese 33,6% de población inactiva, hay que añadirle los casi 9 millones de pensionistas que hay en la actualidad, dejando un dato abrumador,  el 61% de la población mayor de 16 años no lo hace.

Pero el desembolso para el Estado no se queda ahí, ya si a los parados y a los pensionistas se le suma los 2,6 millones de funcionarios, casi un 41% de los españoles dependerá directamente del Estado para tener ingresos, un dato dificilmente sostenible para una economía que llevará irremediablemente al endeudamiento.

Y este solo es el principio, ya que los datos de marzo reflejan el inicio de un desastre que se verá con mayor claridad en cuando se publiquen las cifras del paro de abril y de mayo y que de no ponerse remedio cuanto antes llevarán a España a un desastre económico sin precedentes.