Un año después de su retirada, el holandés quiere volver a ponerse las botas, aunque le queda una dura batalla contra su sobrepeso.
Parece que a Sneijder le ha dado envidia la vuelta al fútbol de su compatriota Arjen Robben. Tanto es así que el centrocampista se plantea muy seriamente volver a ponerse las botas tan solo un año después de anunciar su retirada. Así lo ha afirmado Jordy Zuidam, entrenador del Utrecht, equipo de la Eredivise. Hay que recordar que el holandés ingresó en el cuerpo directivo del club inmediatamente después de su adiós.
No obstante, Sneijder tiene ahora que emprender una dura lucha contra la báscula. A principios de esta temporada, en el primer partido de la liga holandesa, sorprendió al mundo entero por su claro sobrepeso. Para volver a ponerse en forma, ya ha comenzado a entrenar con un equipo amateur, el DOS Holland Stichtse Boys, donde su hermano Jeffrey forma parte del cuerpo técnico.
"Wesley quiere perder peso y estar ocupado. Dijo que quizás esto le dé el gusanillo de jugar otra vez. Ha estado fuera una temporada, necesita experimentar lo que es volver a estar en un terreno juego después de un tiempo sin fútbol y recuperar la sensación de divertirse", ha contado.
El verano pasado, antes de hacer su aparición en público con esos kilos de más, Sneijder fue detenido por causar destrozos en un coche después de bailar borracho encima de este.
Hace poco, el holandés anunció que publicaría un libro de memorias y el diario Voetball International recogió alguna declaración presente en este. Concretamente, en referencia a su época en el Real Madrid: “No me di cuenta de que la botella de vodka se había convertido en mi mejor amigo. Físicamente, ni siquiera me di cuenta. Al día siguiente me despertaba como si nada hubiera pasado. Seguí jugando, pero cada vez peor y claramente menos concentrado. Mi actitud no era digna del Real Madrid. Me mentía a mi mismo diciendo que todo iba bien y me aferré a mi inteligencia futbolística. Me hundí físicamente", cuenta.