El caos total del PSOE en el Congreso obliga a Fernández a aplazar su revolución

"Todavía nos quedan por pasar dos meses muy humillantes". Esta reflexión de un diputado socialista, este jueves en los corrillos posteriores al acto de la solemne apertura de la legislatura, refleja muy bien el estado de ánimo de los 84 diputados del PSOE en el Congreso, tras la abrupta salida de Pedro Sánchez, la autoinmolación de Antonio Hernando y las escaramuzas de los pedristas más fieles.

En algunos sectores del partido, como aseguraba este jueves este diario, ha causado estupor la salomónica solución que la gestora ha aplicado para los díscolos. Dureza extraordinaria con algunos -Meritxell Batet, Susana Sumelzo o Zaida Cantera-, benevolencia con otros parlamentarios del PSC y un comentadísimo indulto de última hora para Margarita Robles.

Fuentes socialistas explican a ESdiario que la salvación de la magistrada tiene razones más bien prácticas. Estas fuentes consideran que si la gestora hubiera cesado a Robles como presidenta de la Comisión de Justicia, tras el sainete protagonizado con el exministro Jorge Fernández Díaz, el PP se hubiera vengado del PSOE vetando la elección del posible sustituto de la magistrada, una de las más críticas con la gestora y defensora acérrima del legado de Pedro Sánchez.

La "frontera" de los presupuestos

Los barones y la gestora tenían decidido, tras el trago de la investidura de Rajoy, revolucionar la dirección del grupo parlamentario. Todos coinciden en que Antonio Hernando quedó quemado en la tribuna en aquel debate. Hernando ha reconocido esta misma semana que lo está pasando mal desde el punto de vista personal y ha aceptado que ha "perdido" el "crédito" que tenía entre sus compañeros. Algunos de ellos, directamente, le han retirado el saludo.

Ahora, en el PSOE, se está produciendo además un hecho curioso: en varias ocasiones ha sido Eduardo Madina el interlocutor socialista con otros portavoces parlamentarios como Rafael Hernando, Iñigo Errejón y Autor Esteban.

Javier Fernández quiere rediseñar la estrategia de sus diputados para el año que arranca con un objetivo, que hagan oposición al Gobierno pero, sobre todo, a Podemos. Buscar un espacio propio que, a juicio de los barones, Sánchez difuminó.

Para ello siguen buscando un nuevo perfil de portavoz. Pero, por ahora, hasta que no concluya el debate de los presupuestos y las comisiones de PSOE y PSC no resuelvan como queda su relación, Hernando tiene el encargo de seguir con su inmolación.