Nuestra principal y lógica preocupación en estos días está relacionada con la salud y la seguridad de nuestros hijos
¿Será segura la vuelta al colegio? ¿Tenemos que aceptar que existe la posibilidad de contagio en el medio escolar? ¿Qué podemos hacer cada uno de nosotros para contribuir a que los colegios sean más seguros? Ya sabemos que el “riesgo cero” no existe, pero si un niño se contagiara durante el curso escolar, ¿sería solo el colegio el posible foco de contagio?, y… ¿no existe también ese riesgo cuando salgan y asistan a las actividades extraescolares, o cuando vayan casa? ¿Y durante los fines de semana en los parques, en las fiestas familiares? ¿Y los integrantes de la familia, padres y hermanos que asisten a su trabajo o cualquier fiesta nocturna, no pueden ser también los focos de contagio?
Lo cierto es que todas estas preguntas necesitan de nuestras respuestas personales con todo lo que ya hemos aprendido en relación al contagio del Coronavirus, y “no se debería criminalizar ni “penalizar” únicamente al centro escolar, que no deja de ser un ambiente más de los que todos compartimos en nuestra vida diaria.
Por ello proponemos este “Decálogo para una vuelta al colegio más segura”, que se diferencia en muy poco de las premisas que todos debemos respetar en los distintos ámbitos de la vda.
Y al llegar a casa, seguiremos con todas y cada una de las medidas de prevención que ya hemos aprendido desde el principio de la pandemia: limpiaremos y ventilaremos tanto su calzado como su ropa, se lavará de nuevo las manos, o se duchará si es preciso, y se limpiarán con gel hidroalcohólico o con una solución de agua y lejía, tanto la cartera o el macuto, como todos los objetos que haya utilizado en el colegio.
Tengamos presente que el “riesgo cero no existe” y que el miedo que todos tenemos, lógico por otra parte sobre todo porque el miedo es libre, también se puede contagiar a nuestros niños. Lo mejor es tratar de cambiar nuestros mensajes, tanto en los medios de comunicación como en los comentarios de los padres y abuelos en casa, dirigidos al “respeto” al coronavirus y no tanto al “miedo al contagio”.
Afortunadamente la gran mayoría de los estudios publicados, demuestran que los niños se contagian con menos frecuencia, pasan la enfermedad de forma asintomática o leve y contagian mucho menos que el resto de la población a los adultos.
Jesús Sánchez Martos
Catedrático de Educación para la Salud
Universidad Complutense de Madrid
@jsanchezmartos