| 26 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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José Coronado exorciza sus demonios en público
José Coronado exorciza sus demonios en público

José Coronado revela uno de los episodios más traumáticos y dolorosos de su vida

José Coronado ha hecho público un hecho que le marcó. Ocurrió cuando era muy joven y ejercía de modelo. De eso hace mucho pero el actor ha querido liberarse de sus demonios públicamente.

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En estos días nadie escapa a pronunciarse sobre el acoso sexual a raíz del escándalo destapado en Hollywood tras descubrirse que el productor Harvey Weinstein ha sido denunciado por numerosas actrices que sufrieron su persecución. Un asunto que ocupa y preocupa al personal porque vuelve a reabrir el debate del abuso de poder. Lo peor de todo, es que muchos estaban al tanto de las malas artes de Weinstein y callaron. Sin duda, es la otra cara del glamour que el mundo del cine desprende. Las bambalinas del séptimo arte que escandalizan y sonrojan. Los sueños rotos de muchas mujeres que pensaban que con saber interpretar, bastaba y se dieron de bruces con la realidad.

Uno de los actores más reconocidos del panorama nacional, José Coronado, ha sido entrevistado en LOC y ha explicado un desagradable episodio que ocurrió en su época de modelo, un ambiente que siempre ha estado bajo sospecha por el tema de los favores o imposiciones sexuales. Al artista le sucedió cuando era muy joven, así lo ha explicado: “Una vez sí que sentí ese acoso en Italia. Estaba haciendo una campaña para Armani o algo e hicieron una fiesta en el lago Como. A los dueños de la casa, que eran dos hermanos, parece que les gusté. Me metieron algo en la copa. Perdí absolutamente la noción del tiempo. De pronto me encontré con que esa fiesta de 200 personas se había evaporado y sólo estaba yo con los dos hermanos. Intentaban... No de una forma agresiva en absoluto, pero me ofrecían ese camino”. El actor tenía muy claro que no iba a avanzar en su carrera de esa manera y así capeó la difícil situación: “Intentando controlar mis neuronas y poniendo atención. Ya te digo que estaba perjudicado por lo que me metieron en la bebida. Luego me puse nervioso y dije: "Por favor, por favor, que no...". No fue a más. Me fui a mi casa y no pasó a nada”.

El nombre de José Coronado está unido al de Isabel Pantoja. Juntos rodaron Yo soy esa y saltó la chispa. El romance discurrió a espaldas de doña Ana, madre de la tonadillera, a la que entretenían para que la pareja disfrutara de momentos de intimidad en el rodaje enviándola a comprar. El flechazo fue hondo y rompió el matrimonio del actor con Paola Dominguín, madre de su hijo Nicolás. Sin embargo, no llegó a más porque aseguran que José, cuando fue invitado unos días a Cantora, salió huyendo. Al parecer, el ambiente que allí se respiraba no fue de su agrado y el mundo de la Pantoja hizo que se diera de bruces con la realidad. Así recuerda José a la cantante: “Es un volcán de energía y tiene un arte especial. La recuerdo con muchísimo cariño. Disfruté mucho con ella y nos hicimos muy amigos. Pasamos unos meses estupendos”.

En la actualidad, Coronado está soltero y su vida ya no es tan agitada, son las consecuencias del infarto que sufrió hace unos meses y que le hizo replantearse las cosas de otra manera. Ha aprendido la lección y procura hacer ejercicio, comer sano e intenta dejar de fumar, aunque no lo ha conseguido del todo, ha reducido mucho el consumo de cigarrillos. Como él dice, a sus sesenta y con lo pasado, toca hacer cambios. Hace un tiempo, se le relacionó con Eugenia Martínez de Irujo, lo que volvió a convertirle en objeto del deseo de los medios. Una constante en su existencia dado que su nombre ha estado ligado al de mujeres muy conocidas. Sobre lo que algunos denominan acoso periodístico, José habla así: “Hace veinte o treinta años, era mucho más amable el acoso a la gente conocida. De quince años a esta parte, se convirtió en acoso y derribo. No me molesta tanto como persona, sino como profesional. Entiendo que un actor tiene que ir siempre recubierto de una aureola de misterio para hacer interesantes sus personajes. También para que la gente, cuando te vea de policía o de cura, no recuerde: «Anda, pues éste está con Pepito ». Es importante que un actor esté protegido”.