| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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La ministra de Igualdad, Irene Montero
La ministra de Igualdad, Irene Montero

Las cifras que desmontan el bulo de Montero sobre los millones de maltratos

El Ministerio de Igualdad cifra en 11,6 millones de mujeres han sufrido violencia machista en España un dato que refleja conductas que podrían ser reprochables. ¿Pero son violentas?

| A. Jiménez / J. Rodríguez España

La campaña lanzada desde el Ministerio de Igualdad con motivo de la celebración esta semana del Día contra la Violencia de Género iba acompañado de sentencia demoledora. "Más de 11,6 millones de mujeres han sufrido violencia machista en España", una cifra "espeluznante" a juicio de la ministra de Igualdad que refleja que una de cada dos mujeres ha sufrido algún tipo de violencia machista a lo largo de su vida, lo que demuestra lo "normalizadas y estructurales que son esas violencias". Pero ¿qué es lo que la ministra denomina violencia machista?

Los datos remiten a la Macroencuesta de Violencia contra la mujer, presentada por el Ministerio el pasado mes de septiembre, un sondeo realizado por el Centro de Investigaciones Sociológicas realizada a una muestra de 9.568 mujeres de 16 o más años, en el quwe se asegura que el 57,3% de las féminas han sufrido algún tipo de violencia a lo largo de su vida.

 Sin embargo, para llegar a la "espeluznante" cifra, en palabras de Montero, se han incluido conductas que pueden ser del todo reprochables, pero cuya descripción como violencia puede ser cuestionable.

"Miradas insistentes o lascivas, contacto físico no deseado, exhibicionismo, envío de imágenes o fotos sexualmente explícitas que le hayan hecho sentirse ofendida, humillada, o intimidada" son algunas de las cuestiones que se incluyen en la encuesta enmarcadas bajo el concepto de "acoso sexual", describiéndolo como "comportamientos no deseados y con una connotación sexual".

 

 

Pero, ¿es realmente España un país peligroso para las mujeres? Pues la respuesta es que no, a pesar de las terribles cifras de asesinatos de mujeres, que en lo que va de año y hasta noviembre de 2020 ascienden ya a 41. Sin embargo, los feminicidios en España son menores que en Europa y, en general, la violencia hacia la mujer es inferior a la que padecen o perciben en todo el mundo, incluyendo los países más avanzados.

La Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea coloca a España en el sexto mejor país en el capítulo de violencia de género, muy lejos de los peores, algunos tan reputados como Dinamarca (el peor), Francia o Alemania.

La percepción por parte de las mujeres de sufrir algún tipo de violencia física a partir de cumplir los 15 años es del 22%, una cifra desasosegante pero once puntos inferior a la media europea y la mitad que en los países nórdicos u Holanda, países tradicionalmente contemplados como los más igualitarios.

Otros índices atestiguan también que España es uno de los mejores países del mundo para vivir siendo mujer. El Instituto de Oslo para la Investigación de la Paz y la Universidad de Georgetown reafirma esa conclusión colocando a España en el puesto número 15 de todo el planeta.

¿A más presupuesto, menos violencia?

Pero además suele relacionarse el aumento de los presupuestos públicos con una mejor atención de la violencia machista, sugiriendo que el aumento de víctimas mortales guarda relación con los recortes en este epígrafe o con la ausencia de medidas legislativas, tal y como se ha sostenido siempre desde Podemos.

 

Para empezar, es prácticamente imposible cuántos recursos exactos se dedican a este enorme problema social, pues habría que sumar el gasto en muy distintos epígrafes y desde distintas administraciones en un sinfín de áreas muy transversales: policía, justicia, atención social, educación, formación, etc y solo hay un capítulo específico en los Presupuestos Generales destinado a la Violencia de Género que se puede tomar por referencia.

Pues bien, la mayor cifra de asesinadas coincide, sorprendentemente, con el mayor presupuesto dedicado a este frente y con la mayor presión legal, resumida en la aprobación de la Ley de Violencia de Género.

Por resumirlo en datos, sin querer establecer ninguna responsabilidad política al respecto, los peores años de la serie fueron 2008 y 2010, con Zapatero en Moncloa y el gasto más alto en ese capítulo. Y el menos en víctimas fue 2016, con Rajoy en la presidencia y un presupuesto específico más bajo en ese capítulo concreto.

En cuanto a las agresiones sexuales, en Suecia se denuncian 56.8 violaciones por cada 100.000 habitantes, veinte veces más que en España, cuya tasa es de 2.65. Es un dato controvertido que puede reflejar tanto algo positivo como negativo: se puede creer que hay menos agresiones sexuales a la mujer, pero también que simplemente es más difícil denunciar en España. De hecho, la Fiscalía de Violencia contra la Mujer suele situar el número de violaciones que no llegan a denunciarse entre un 70% y un 80%.

Pero yendo a los datos oficiales, en toda Europa se registran unos 215.000 delitos sexuales al año, una cifra terrible de la que un tercio son violaciones, según los datos de Eurostat. España tiene una tasa de 25 casos por cada 100.000 habitantes. Es uno de los más bajos de Europa, con Suecia, Reino Unido y Bélgica multiplicando por entre cuatro y seis la estadística española.