| 27 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Captar interventores: el gran reto de los partidos antes de las elecciones

Convencer a militantes para que pasen todo el día en el colegio electoral no resulta fácil en un ambiente de desmovilización y, en el caso de algunas formaciones, de desmoralización

| Héctor González Edición Valencia

En las épocas de mayoría absoluta del PP en la Comunidad Valenciana, cientos de militantes de base e incluso alcaldes y concejales se desplazaban a Cataluña para ejercer de interventores en las mesas electorales, sobre todo en los comicios autonómicos. Ahora la situación ha cambiado, ya que el propio PP puede tener problemas para completar esta figura en las mesas valencianas, sobre todo en las de grandes ciudades y capitales de provincia.

En el cierre de la plantilla de apoderados y, sobre todo, de sus representantes físicamente en las mesas de los diferentes colegios, los interventores, andan enfrascados los comités electorales provinciales de las  diferentes formaciones. Mercedes Caballero, secretaria general del PSPV-PSOE en la provincia de Valencia, anticipa que su partido no tendrá problemas "por el elevado número de militantes con el que contamos".

NO obstante, la tarea resulta ardua, sobre todo para partidos con menos infraestructura. Y prácticamente imposible para aquellos que se presentan pero que no cuentan, en la actualidad, con cargos públicos, casos de PACMA y Avant, séptimo y octavo, respectivamente, en el ámbito valenciano en los últimos comicios.

El hecho de que Podemos, por ejemplo, tenga un estructura más basada en simpatizantes que en afiliados, menos ligada a la formación que quien paga una cuota mensual, como en el resto de partidos, también provoca que la implicación baje, sobre todo si las perspectivas electorales no son halagüeñas. Esa movilización de las bases resulta fundamental para reclutar interventores.

En cambio, Compromís suele tener su maquinaria bastante engrasada para este tipo de procedimientos.  Y estas semana le echa más aceite ante el reto vital de mejorar su exiguo resultado de un diputado en abril. Posiblemente no llegue a cubrir todos los colegios electorales, pero sí que centra sus objetivos en aquellos que considera claves por censo total y por número de votos recibidos en pasadas citas.

Por tanto, en presencia de interventores Compromís previsiblemente superará a Podemos, como ya lo hizo en abril y mayo. Una baza importante para el partido de Pablo Iglesias consiste en la inclusión de Izquierda Unida, que sí que destaca por una militancia implicada que se presta a colgarse la credencial y pasar toda la jornada en una mesa electoral. Más que la podemita de nueva hornada.

Con Ciudadanos ocurre una circunstancia parecida a la de Podemos en cuanto a sufrir desmovilización por desmoralización, que, al igual que para recoger votos, también supone un lastre para reclutar interventores. Las secretarías de organización e institucional están acelerando los trámites. En Valencia ciudad, bastión fundamental para un partido urbanita como Ciudadanos, el número dos de la lista en mayo, Narciso Estellés, se ha implicado de lleno en esa labor de reclutamiento. En Vox, por su parte, el problema consiste en la falta de estructura local asentada. Y, en la provincia de Valencia, en las divisiones internas.

Por su parte, en el Partido Popular tratan de apelar a las expectativas de mejora creciente en las encuestas para animar a sus bases, replegadas ante la falta de actividad orgánica en muchos municipios y comarcas por la suspensión de congresos, como ha ocurrido con el provincial en Valencia que ha obligado a aplazar los locales.

Durante estos días realizan constantes llamadas a la militancia para que se reactive y ofrezca sus servicios asumiendo el rol de interventor. Aunque un experto en movilización del PP ya avisa de que "van a quedar muchos colegios por cubrir", y señala como factor que en la Comunidad Valenciana el efecto arrastre de las encuestas tiene menos peso que en otros lugares. Lo achaca a la gestión interna y vaticina que la mejora de resultados será inferior a la media nacional. "Un diputado más por Alicante y ya", augura, para insistir en que en Valencia y Castellón se estancará con sus tres y uno, respectivamente.

Aunque eso ya será harina de otro costal y aspecto para analizar a partir del día de noviembre. Hasta entonces todos los partidos se afanan en buscar voluntarios para ejercer de interventores. Tener esa presencia en el máximo número posible de mesas asegura una supervisión de la votación y un escaparate para atraer al votante indeciso y dubitativo.