| 15 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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El ´fruting´, alternativa saludable para el almuerzo escolar

Tanto profesores como padres y madres tienen un deber fundamental en servir como agentes de salud para prevenir enfermedades y mejorar nuestra salud, además promover el consumo de frutas

Desde hace unos años, desde Conselleria se viene promocionando un plan de consumo de frutas y verduras dirigido a las escuelas de la Comunidad Valenciana que lo solicitan. Este tipo de medidas no sólo favorecen la adquisición de hábitos saludables sino que también nos ayudan a controlar el peso de nuestros escolares que, cada vez con edades más tempranas, presentan sobrepeso. Desde este plan también se hace hincapié en el consumo de productos ecológicos y locales.

 

Una de las estrategias más evidentes para controlar el peso y crecer fomentando una buena práctica es el control de la alimentación y la práctica de ejercicio físico. Las nuevas tecnologías en ocasiones empeoran la práctica de ejercicio físico, pues muchos niños, después de su jornada de clases, pasan demasiado tiempo de manera estática con videojuegos u ordenadores.

 

Sin embargo, existen múltiples recursos para emplear las nuevas tecnologías de manera dinámica y estratégica, pues hay juegos de baile, deportes, actividades grupales e individuales que fomentan el ejercicio. Es importante que en casa se favorezca la práctica de algún deporte o se tenga como hábito dar algún paseo y pasar algo de tiempo al aire libre. Al final, los niños acaban imitando muchas conductas de sus progenitores, por lo que no deberíamos exigir tanto y sí servir algo más de modelos en nuestros hogares.

 

Todo esto es extrapolable a la escuela. Está muy bien desarrollar un plan de consumo saludable, pero como profesores debemos también ser ejemplo para nuestros alumnos y tratar de moderar nuestras conductas negativas. Lamentablemente, en ocasiones no encontramos la venta y promoción de fruta en las cafeterías de los centros, pues existen otros productos que tienen mayor fecha de caducidad y son más llamativos.

 

Si valoramos el problema de manera global, encontramos que existe una tendencia también en adultos al sobrepeso. Como profesores, pasamos una gran cantidad de tiempo de pie y sentados, por lo que nuestro trabajo tampoco favorece el ejercicio físico y nuestro tiempo personal se ve limitado, lo que influye en nuestro cuidado personal. Sería interesante que se tuviera en cuenta también en estos programas de hábitos saludables al resto de la comunidad educativa, pues todos somos ejemplo para los más pequeños. Los hábitos saludables no deberían generarlos los niños y trasladarlos a los padres, sino que deberíamos todos adquirirlos para poderlos promocionar de la mejor manera.

 

La importancia que tiene la alimentación es crucial para el crecimiento. Sobre todo desde el nacimiento y hasta los dos años donde se produce el máximo desarrollo de conexiones neuronales. Posteriormente, en las etapas de infantil entran en juego la adquisición de hábitos y comportamientos que si son arraigados se podrán mantener incluso de por vida. Es por ello que el desarrollo de estas campañas debería empezar en cada hogar y mantenerse no como un plan de acción sino como la manera habitual de alimentarse siendo ocasional el consumo de otro tipo de productos.

 

Además, los alimentos nos ayudan a prevenir enfermedades crónicas y cardiovasculares. Desde la diabetes tipo 2 que se ha visto incrementada en niños, hasta enfermedades que aparecen con frecuencia en adultos como la tensión arterial elevada, patologías cardiacas y patologías malignas como el cáncer.


Según el estudio elaborado por el Observatorio del Cáncer de la AECC las recomendaciones alimenticias se cumplen sólo en parte, siendo las más comunes beber agua y consumir aceite de oliva. Por el contrario, el consumo de frutas y verduras es más bajo que el recomendado. Tampoco se cumple la recomendación de consumo de grasas, dulces y bollería de manera ocasional, ya que el 38% de los encuestados los consumen varias veces a la semana. Otro hábito a mejorar es la práctica de actividad física, ya que un 75% de las personas afirman no practicar ninguna o no hacerlo con regularidad. Es por ello que concluyen que en general existe una falta de hábitos saludables en cuanto a alimentación y práctica de ejercicio físico.


Tanto el consumo de frutas y verduras como el ejercicio físico deberían estar presentes en todas las personas. Como profesores y padres tenemos un deber fundamental en servir como agentes de salud para prevenir enfermedades y mejorar nuestra salud.

 

*Presidenta provincial de CSIF Educación Valencia