Puig sorprende con un nuevo concepto de relación valenciana con Cataluña

El president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha abogado este martes en Barcelona por "aprovechar la 'Commonwealth' mediterránea que existe y que tiene capacidad de generar riqueza y bienestar" y recomponer la relación con Catalunya.

De este modo, ha establecido un paralelismo entre los estados que conforman esa comunidad internacional unida por una lengua, el inglés, con la Comunidad Valenciana y Cataluña, dos autonomías que ya forman parte de una nación, España.

Puig, que ha lamentado que Cataluña y la Comunitat Valenciana "hayan estado de espaldas durante demasiado tiempo", ha asegurado que "desde que gobierna he intentado tener la mejor relación posible" porque, a su juicio, "es fundamental fortalecer relaciones porque a ambos territorios les unen muchas cuestiones como el Corredor Mediterráneo". Por eso ha insistido en "una Commonwealth mediterránea de territorios vecinos en defensa de intereses comunes", y ahí ha vinculado a "la Comunitat Valenciana y Catalunya que comparten retos e intereses en España".

Así lo ha manifestado en declaraciones a los medios antes de protagonizar la conferencia 'España en el contexto geopolítico de la post pandemia' organizada por el Cercle d'Economia.

La reunión con Pere Aragonès

Preguntado por su reunión con el vicepresidente de la Generalitat catalana, Pere Aragonès, se ha mostrado "contento" de restablecer el diálogo, y ha considerado que "es el camino". "Lamentablemente, primero durante dos décadas el Gobierno valenciano no quería saber nada de Cataluña, y últimamente hubo un debate interno en Catalunya que no ha permitido desarrollar con garantías una conversación necesaria".

De esta forma, como en las entrevistas que le han hecho durante la mañana, Puig ha preferido no hablar del movimiento independista y ni tan siquiera aludir a la palabra, que ha sustituido por "fronterización".

En el coloquio posterior a la conferencia, el también líder del PSPV ha defendido que se puede "federalizar este país" sin esperar un cambio de la Constitución, destacando que hay muchos espacios en los que se puede avanzar, como en la descentralización de instituciones.

El Círculo de Economía

Así lo ha manifestado acompañado del presidente del Cercle d´Economia de Barcelona, Javier Faus, y a la que ha asistido la consellera de Justicia, Ester Capella; el primer secretario del PSC, Miquel Iceta; la líder de los comuns en el Parlament, Jéssica Albiach; la delegada del Gobierno en Catalunya, Teresa Cunillera; la presidenta de la Diputación de Barcelona, Núria Marín; el presidente de Foment, Josep Sànchez Llibre, y expolíticos como Josep Antoni Duran y Lluís Recoder.

Tras constatar las dificultades que hay para renovar órganos como el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), advierte de lo complicado que sería reformar la Constitución, pero defiende que con voluntad política se puede avanzar mucho sin cambiar su contenido.

"Se puede avanzar, por ejemplo, en la descentralización de instituciones. Hay algunas que son objeto de vergüenza, como que el Instituto Oceanográfico esté en Madrid cuando puede estar en Vigo, o puertos del Estado", ha sostenido.

Los cambios de Puig

Puig ha defendido "cinco cambios" para España, y uno de ellos pasa por "recomponer los afectos con Catalunya en nombre de la reconciliación comunitaria", algo que ha denominado como la "España catalana".

Según Puig, otra de las reformas que se deben afrontar es para acabar con la "España macrocefálica, para corregir el poder centralizador de Madrid y acabar con el abuso del efecto de capitalidad", asegurando que no es una cuestión de banderas y sí de derechos e igualdad.

Así, ha defendido también la necesidad de dibujar un país que esté por la cooperación y la equidad, y cree que esto pasa por un cambio en la financiación, y ha señalado otros retos como el riesgo de despoblación de la España interior, entre otros.

Según Puig, otra de las reformas que se deben afrontar es para acabar con la "España macrocefálica, para corregir el poder centralizador de Madrid y acabar con el abuso del efecto de capitalidad", asegurando que no es una cuestión de banderas y sí de derechos e igualdad.

Así, ha defendido también la necesidad de dibujar un país que esté por la cooperación y la equidad, y cree que esto pasa por un cambio en la financiación, y ha señalado otros retos como el riesgo de despoblación de la España interior, entre otros.