| 25 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Margarita Robles, este pasado jueves pasando por primera vez revista a las tropas.
Margarita Robles, este pasado jueves pasando por primera vez revista a las tropas.

Estupor en el Ejército y en la OTAN tras conocerse las intenciones de Robles

La nueva ministra de Defensa abre la puerta a tumbar el compromiso inversor del anterior gobierno en Defensa para "pagar" el apoyo de Podemos e Izquierda Unida. Preocupación en las FAS.

| J.R.V España

"Esto puede ser como la retirada de las tropas de Irak de Zapatero". La cúpula de las Fuerzas Armadas ha recibido con recelo a la nueva ministra de Defensa. No tanto por el perfil de Margarita Robles, de quien todo el mundo reconoce su valía y sentido de Estado. Más bien por los planes ocultos que puede llevar en su recién asumida cartera.

Y es que la propia titular de Defensa ha dejado en el aire el compromiso inversor aprobado por su antecesora, María Dolores de Cospedal, derivado de los compromisos de España con la OTAN y con Estados Unidos.

Cospedal se comprometió el pasado mes de enero ante sus colegas de la Alianza a que España destine el 1,53% de su Producto Interior Bruto a gasto militar en 2024. De esta forma, se duplicaría el gasto militar en siete años.

La cifra anunciada, 18.470 millones de euros, aún se queda lejos del 2% que los países de la OTAN fijaron como objetivo en la cumbre de Gales de 2014 para la siguiente década, pero supone duplicar el porcentaje actual (0,86% del PIB en 2018).

La exministra de Defensa en una reunión con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.

 

Sin embargo, este mismo lunes en una entrevista en la SER, Robles ha advertido que tiene "sobre la mesa para estudiarlo" el ciclo inversor en las Fuerzas Armadas que diseñó su predecesora. "Cuando se estudian las políticas de Defensa hay que ver siempre el aspecto esencial del mantenimiento de la paz y la libertad. Vamos a estudiarlo y ver todas las posibilidades", ha señalado.

Sin embargo, fuentes militares consultadas por ESdiario reconocen que "cierta inquietud" se ha instalado en los principales despachos del Ministerio. Y es que temen que tumbar los planes financieros que diseñó el equipo de Cospedal puede ser una tentación muy grande para el nuevo gobierno de Pedro Sánchez, que anuncia una ofensiva inversora en el ámbito social para el próximo Consejo de Ministros.

Primero, por el golpe de efecto que esa medida tendría entre el electorado de izquierdas y, segundo, porque esa ha sido una exigencia permanente de Podemos, Izquierda Unida, PNV y los independentistas, los partidos que han aupado a Sánchez a La Moncloa. 

"Debemos ser serios y cumplir nuestros compromisos. La OTAN nos mira y no va a permitir otra decisión unilateral. Sería bochornoso", reconoce un general consultado por este diario.

La polémica sobre el incremento del gasto de Defensa llegó al Congreso hace apenas un mes de la mano del Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), Fernando Alejandre, que lanzó un serio alegato a los diputados al presentar sus partidas en los Presupuestos Generales. "Diez años sin invertir dejan a las Fuerzas Armadas en situación crítica. Hay que invertir en mantequilla pero también en cañones", advirtió.

Al margen de este compromiso inversor aprobado por el anterior gobierno de Mariano Rajoy, en la mesa del despacho de Robles reposa ya otra bomba de relojería. La intención de Sánchez de nombrar al coronel Pedro Baños como responsable de Seguridad Nacional en La Moncloa. "De momento, mi departamento no ha hecho ninguna propuesta al Consejo de Ministros", ha zanjado la ministra.

Y sobre sobre la continuidad de Félix Sanz Roldán al frente del CNI, Robles ha señalado que cualquier decisión que se tome al respecto se adoptará "desde el estudio, la reflexión y la prudencia".