La razón por la que una "condición" de Rivera provoca el pánico en el PP

Albert Rivera ha puesto seis condiciones relacionadas con la regeneración para pasar de la fase de dialogo a la de negociación. Sin embargo y como cuestión previa a todo lo demás, el líder de Ciudadanos exige a Rajoy que ponga fecha y hora para su investidura. Antes de comparecer en el Congreso , Rivera ha trasladado a Rajoy el documento con el que mañana va a acudir a la cita que tiene con el presidente en funciones. En cierta medida, los temores de Moncloa se han cumplido: fecha para una investidura que es precisamente un paso que , en principio, Rajoy no esta dispuesto a dar si no es para ganarla.

El líder de Ciudadanos ha dado un autentico golpe de efecto al convocar por sorpresa una rueda de prensa, con una puesta en escena no carente de de cierta solemnidad. Lo ha hecho para hacer saber que su partido pasará de la fase de dialogo a la de la negociación si previamente Mariano Rajoy pone fecha y hora a su investidura. Según Rivera, el dialogo no es posible con un “no candidato”, de ahí que esta condición es cuestión previa a todo lo demás ya que como el propio Rivera ha anunciado, si esto no se produce no habría negociación.

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Además de esta cuestión previa, Rivera ha planteado seis medidas a favor de la regeneración como son modificación de la ley electoral, ausencia de imputados en listas o cargos institucionales, limitación de mandatos en la presidencia del Gobierno, eliminación de aforamientos, acabar con los indultos a los condenados por corrupción y la creación de una comisión de investigación sobre el asunto Bárcenas. Rivera ha indicado que todas estas cuestiones formaron parte del acuerdo con el PSOE, al que ha criticado con dureza por su actitud “ausente” en unos momentos políticos tan especiales como los actuales.

"Cierto alivio" entre los populares

En el afán de ver el vaso medio lleno, en el PP se registra un cierto alivio ya que no descartaban condiciones “inasumibles” y que “lo poco avanzado se fuera al traste”. Creen en Génova que, en principio, “no ha planteado nada que no sea negociable, nada que rechine de manera especial” y con mucha cautela, algunos quieren ver en las declaraciones de Rivera, “un paso importante hacia el si de Ciudadanos”.

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Si reconocen que “una comisión de investigación sobre el asunto Bárcenas no tiene mucho sentido, cuando todo está ya en los tribunales y Rivera lo sabe, pero nada hay que darlo por cerrado porque todo es negociable y Rajoy sabrá muy bien como gestionar la situación”. No obstante , en medios parlamentarios del PP se indicaba que si esa comisión llegara a formarse “la legislatura servirá para que todos intenten masacrarnos. El asunto está en los tribunales y para la regeneración no es necesario un comisión de investigación sino que la justicia actúe y los culpables cumplan la pena que los jueces puedan imponerles”.

En lo que a limitación de mandatos, en el PP no existe problema especial, aunque son bien conscientes de que eso supone que “en ningún caso Rajoy pudiera repetir”. Sin embargo , en el PP y desde hace ya mucho tiempo, se tiene muy asumido que esta legislatura, dure lo que dure, será la última de Rajoy. “El es el primero que es consciente de que no tiene cuarenta años, de manera que en esa condición no hay “pillada” alguna”.

Rivera remitió antes a Rajoy su documento

Rivera no ha despejado la incógnita de cual sería la posición de Ciudadanos en una eventual investidura pero es obvio que ha dejado la puerta abierta si finalmente, el PP y Rajoy asumen las condiciones acordadas por la ejecutiva de Ciudadanos.

Mariano Rajoy ha recibido el documento elaborado por la Ejecutiva de Ciudadanos un rato antes de la comparecencia de Rivera, comparecencia que ha cogido de sorpresa al presidente en funciones que de ninguna manera se esperaba este movimiento de Rivera. Es en Moncloa en donde, apenas horas antes de la comparecencia de Rivera se tenia la sospecha, confirmada por el líder de Ciudadanos de que iba a exigir el compromiso de acudir a la investidura porque de lo contrario no se produciría negociación alguna.

Y es precisamente en esta exigencia en donde radica, quizás, el punto más complicado ya que Rajoy “con el apoyo de todo el partido no va a acudir a una investidura si no es para ganarla. Si de lo que se trata de propiciar que el calendario corra que se presente cualquier otro, pero no quien ha ganado las elecciones y Rajoy va a defender el triunfo del PP hasta el final. Ir a una investidura sin la certeza de ganarla es permitir que se cuestione el triunfo del PP y a eso Rajoy no va a jugar. No va a ir con 137 diputados, eso seguro”.

De la comparecencia de Rivera puede desprenderse y así se ha interpretado en el PP, que Ciudadanos “cada vez está más cerca de dar el si. Necesitara tiempo y negociar y ceder pero a eso siempre hemos estado dispuestos. Aun así, no sumariamos aunque sería casi de escándalo que con 169 o 170 escaños, el PSOE votara en contra”. En Génova se tiene la convicción de que “se ha abierto un nuevo panorama más optimista porque ninguna de las seis condiciones son en modo alguno inasumibles. Eso si, tendrá que dar mínimas garantías de que el voto de Ciudadanos será afirmativo”.

En Génova, una vez más, se deja la gestión de la situación en manos exclusivas de Mariano Rajoy que “hoy más que nunca tiene el apoyo pleno del partido”. Así las cosas, la reunión que Rajoy y Rivera tienen prevista para mañana se presenta de especial relevancia y el asunto más importante del que depende todo lo demás es que Rivera logre arrancar del presidente en funciones el compromiso de poner fecha y hora para su investidura. Se da por seguro que el propio Rajoy comparecerá mañana tras el encuentro con el líder de Ciudadanos.