El cabreo sordo de Chabelita que no logró tapar el circo mediático Rivera

La revista Hola, al final, lo ha conseguido. El despliegue de medios en el que invirtieron tiempo y un titánico esfuerzo, dio sus frutos y no se filtró ninguna de las imágenes de uno de los días más felices en la vida de Kiko Rivera e Irene Rosales.

Así que, como mandan los cánones, media España ha desayunado con el especial de la boda de Kiko y con la cantidad de almíbar que destilan las páginas dedicadas a los novios, a los familiares y, cómo no, a una Isabel Pantoja imponente y haciendo honor a ese renombre del que gozaba antes de poner a un Julián Muñoz en su vida.

Pero hay ciertas cosas que no han tenido cabida en ese especial de 50 páginas de la revista Hola. Algunos detalles que, como parte de esa imagen idílica que han querido dar los Rivera y los Pantoja, se han “pasado por alto.”

Reencuentro mortecino

Mucho se habló de cómo sería el primer encuentro entre Fran, Cayetano e Isabel Pantoja. Sobre todo, después de que entre los hijos de Carmina Ordóñez y la segunda mujer de su padre se forjase una sonada enemistad por la forma de Isabel de repartir la herencia de Francisco Rivera Paquirri. Sin embargo, éste fue bastante descafeinado.

Era de esperar, ya que sus protagonistas sabían que no se trataba del momento, ni del lugar. Así que se hicieron los suecos durante media noche, hasta que no tuvieron más remedio que cruzarse en el momento de las fotos familiares. Un hola muy educado y a volver a ocupar rincones distintos del ring.

Menos diplomática estuvo Chabelita que no dudó en pelearse

Menos diplomática, dicen, estuvo Chabelita que, además de protagonizar una sonada espantá justo después de la cena, no dudó en pelearse con Alejandro Albalá antes del banquete. Lo que algunos describen como unas voces fuera de tono, seguidas de un cabreo sordo; quizás para pasar ya desapercibidos.

Chabelita le habría echado en cara a Alejandro el sentirse sola y poco apoyada durante la boda de su hermano. Algo que, quizás, Albalá considera injusto si Isabel debía sentirse acompañada por los suyos.

Sea, como fuere, a ese enfado le siguió la comentada espantá de Isabel Pantoja hija. Una “huida” que ella misma justificó por lo cansado que se encontraba Albertito. Después de acostarle, mantiene que volvió para las copas y el baile hasta altas horas de la madrugada.