Cristóbal Aguado, AVA: "La Ley de la Huerta es una salvajada"

Picassent, 1950. Desde que plantó por primera vez la tierra con 14 años, gracias a las enseñanzas de sus abuelos y su padre, que supieron transformar las tierras de secano en regadíos, Cristóbal Aguado no ha dejado de sentirse agricultor ni un sólo día de su vida. Viudo desde hace tres años y con dos hijos-que todavía no le han hecho abuelo-el presidente del sindicato agrario mayoritario en la Comunidad Valenciana, es un hombre directo, contundente, afable, e incansable defensor de quienes, como él, trabajan la tierra.

Sabe de sus sacrificios y sus penas y los defiende y respeta. El único “varón” de tres hermanos tuvo que tomar las riendas del negocio familiar (el campo). Con sus manos ha plantado “tarongers, cacaos, dacsa, creïlles i fesols”. Actualmente cultiva naranjos y caquis en Picassent y Sollana.

En su sexto mandato al frente de AVA-Asaja, 21 años en 2018, no se casa con nadie, ni se muerde la lengua. Es el privilegio que da el haberse hecho a sí mismo teniendo su esfuerzo en el campo como única nómina, “de hobbie res, la terra és la meua professió”. Confiesa que cada día, después del traje  y la corbata, sigue cultivando. Tal vez por eso, a sus 68 años, y porque está curtido en la dureza del campo, es de los que lanzan la piedra y no esconden la mano: “La ley de la Huerta es una salvajada. Está hecha por iluminados e ignorantes” sentencia.

¿Cuántos socios le muestran preocupación por sus tierras? AVA representa a más de 20.000 familias y yo voy “com els dolçainers”, de pueblo en pueblo para escucharles. Me encuentro con agricultores que les va muy bien porque han vendido en el momento oportuno con una variedad oportuna, y hay muchos otros que están sufriendo las consecuencias de unas tensiones  muy fuertes en el mercado y que han supuesto que 160.000 hectáreas de campo en nuestra comunidad estén abandonadas. Se necesita una verdadera voluntad política de ayudar a los agricultores. Al labrador no hay que imponerle nada, hay que convencerlo de que otras opciones son posibles.

¿Por qué una Ley de la Huerta?  Se han puesto a legislar sin hablar con el sector y sin saber. Querer hacer una foto fija de la huerta es una auténtica salvajada. Se ha puesto al frente a personas ignorantes de un proyecto que es muy importante para la modernización estructural de la agricultura valenciana.  Está claro que nuestra agricultura tiene un problema, pero de ahí a no oír a nadie hay mucha diferencia. Primero se necesita un plan para protegerla dotado económicamente para asegurar su futuro y luego ya veríamos. Han empezado la casa por el tejado. 

¿Qué es lo más preocupante de la nueva Ley? La injerencia y la ilegalidad que están haciendo. Estamos hablando de una actividad económica en la que no se puede obligar al agricultor el cultivo que siembra, qué árboles planta o por qué tipo de producción se decide. Los que hacen filosofía con la huerta lo que quieren realmente es un jardín privado, mantenido por los labradores y que pueda ser visitado como si de un escaparate se tratara.  Lo que no dicen, claro, es quién va a pagar la factura. 

¿Lo que se pretende es convertir el entono de Valencia en un jardín pagado por los agricultores? Exactamente.

¿Por qué la ha hecho (Ley de la Huerta) la conselleria de Vivienda y no la de Agricultura? Me gustaría conocer las reuniones internas del tripartito porque está claro que la han hecho una serie de iluminados, que no tienen sentido de la medida, ni lo que significa el respeto a la empresa privada y a la libre decisión. Si esto se lo hacen a la empresa Ford, en un mes ya no estaría en Valencia. Si esto pasara en cualquier sector industrial se plantearían seriamente la continuidad de su actividad económica.  No sé qué tensiones internas tienen en el tripartit,  ni que reparto de responsabilidades hacen, pero la realidad es que a la conselleria de Vivienda le han encargado un plan urbano que afectará también al campo y yo digo “zapatero a tus zapatos”.

¿Cómo funcionará el ente gestor que se va a constituir? Cualquier cambio que vayas a hacer en tu propia tierra deberá ser autorizado por él. Dicen que los conformarán muchas personas. Ecologistas, productores, cooperativas agrarias, comunidades de regantes, agricultores etc. Es la mejor manera de decir, vais a ser muchos, no os vais a entender y yo haré lo que me dará la gana. Es un despropósito.  

¿A qué están dispuestos los agricultores? A ser jardineros si hace falta.  Yo tengo la tierra, es mía y preguntaré ¿qué quiere que produzca?. Tome, ahí  lo tiene pero ¿qué sueldo me van a poner? Si la respuesta es cero, está muy claro lo que contestamos los agricultores. Si queréis jardineros gratis, sin compensación, de eso nada. 

¿Cuál es el futuro del campo valenciano ? La agricultura del futuro pasa por los invernaderos, por sistemas de cultivos mecanizados y el riego localizado en contra del riego a manta actual, que evite el estrés hídrico de la planta, incluso el cultivo hidropónico a base de una canaleta de agua y con las raíces al aire. El mundo de la agricultura de hoy no tiene nada que ver con el de ayer ni con el que será mañana.