| 28 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse

Sánchez no busca un gran consenso, sino una gran coartada para tapar sus errores

El presidente pide un consenso que ya ha tenido, como jamás él concedió, y ha utilizado para intentar borrar su negligencia: ahora quiere disimular todos sus despropósitos.

| ESdiario Editorial

 

 

Pedro Sánchez pidió ayer el consenso que, en realidad, ha tenido desde el primer momento de la crisis sanitaria pero jamás ha practicado: menos algunos de sus socios de investidura, toda la oposición ha respaldado sus sucesivos decretos para imponer el Estado de Alerta, el confinamiento de millones de españoles en sus casas y el cierre de la práctica totalidad de la actividad económica y social.

Todo ese respaldo lo ha tenido, además, pese a los clamorosos errores en su gestión, tan evidentes como concretados en terribles cifras: la misma pandemia y el mismo virus han provocado en España el doble de víctimas mortales por millón de habitantes que en los países más afectados; y hasta diez veces más que en otros, cercanos o remotos, gobernados por la izquierda o la derecha, con más y menos gasto sanitario.

Aún más, Sánchez ha utilizado esa situación tan excepcional, con un apoyo que él jamás dio a ningún Gobierno, para colar decretos ajenos al coronavirus, caso del ingreso de Pablo Iglesias en el CNI o el mantenimiento de la potestad de conceder indultos pese a la cuarentena. O para imponer medidas económicas que negaba días antes o imponía días después sin contar con los agentes sociales.

 

 

O para imponerle a las Comunidades Autónomas un mando único sanitario que, lejos de facilitar la respuesta, ha generado un desastre insólito y aún hoy explica la escandalosa falta de materia básico en hospitales de toda España.

Sánchez, en fin, no busca un gran pacto que ya ha tenido, sino una coartada para repartir las culpas de su lamentable gestión y anular toda crítica por ella y toda respuesta posterior a la epidemia, mientras sostiene además una política unilateral e ideológica ajena a ese espíritu.

Porque si de verdad lo quiere, y la situación sin duda lo requiere, debería poner por escrito el programa para los próximos años, conformar un nuevo Gobierno de salvación con todas las fuerzas y contar de verdad con las propuestas de todos. Sánchez no quiere socios para ayudar a España, sino rehenes para disimular su incompetencia y su sectarismo.