Portada
España
Investigación
Opinión
Medios
Chismógrafo
Andalucía
Castilla y León
Castilla-La Mancha
C. Valenciana
Economía
Deportes
Motor
Sostenibilidad
Estilo
esTendencia
Salud
ESdiario TV
Viajar
Mundo
Suscribirse
Iceta se hace un lío y da oxígeno a Puigdemont en su peor momento
Mientras Ferraz trata de contener la rebelión de algunos alcaldes del PSC, como el de Blanes, el líder socialista da alas a los independentistas con un ambiguo mensaje a los suyos.
A medida que se acerca la fecha del referéndum ilegal, el 1-0, y que los impulsores del proceso soberanista muestran mayores síntomas de debilidad, más confusa parece la posición de los socialistas catalanes, más aún tras la reelección de Pedro Sánchez y la inclusión en su ejecutiva de la catalanista dirigente del PSC, Nuria Parlón.
Si esta semana era el alcalde de Blanes (Girona), Miquel Lupiáñez, el encargado de defender la consulta de Puigdemont, ahora es el propio líder del PSC, Miquel Iceta, el responsable de alimentar la ambigüedad sobre su postura.
De esta forma, Iceta aseguró este viernes en una entrevista en TV3 que no considera ilegal que haya alcaldes socialistas que participen en el acto del sábado en el que ediles independentistas expresarán su apoyo al referéndum en un acto que se celebrará en el paraninfo de la Universitad de Barcelona.
Iceta subrayó que no es ilegal participar en manifestaciones, reuniones o firmar manifiestos. Y añadió: "Solo les pedimos una cosa bastante sencilla y es que cumplan con la ley. Y, por ejemplo, ir el sábado a ese acto no es incumplirla".
Sobre si el PSOE podría sancionar a esos alcaldes del PSC, dio por hecho que no porque no le corresponde y no será necesario: "Si hay sanciones, que no creo que haya porque entre otras cosas las tendría que proponer yo y no lo pienso hacer, las pondría el PSC".
"Lo único que nos sabe mal es que haya algún electo que por un exceso de celo, de ingenuidad o de ganas de colaborar salga perjudicado desde el punto de vista jurídico y legal. Pero creo que no se producirá", sostuvo Iceta, que recordó que Puigdemont no tiene ni urnas y pensar que el 1 de octubre se votará empieza a ser un acto de fe.
