Kichi da la nota con la procesión del Nazareno para salvar la cara ante Podemos

José María González, Kichi, sigue dando lugar a episodios dignos de una película de Berlanga. El alcalde de Cádiz ha puesto patas arribas el desarrollo de la procesión de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Santa María de Cádiz por intentar compaginar la tradición gaditana con la política laicista de Podemos. 

Al final, Kichi se ha quedado en un quiero y no puedo: el alcalde acudirá a la procesión acompañando a su madre y en calidad personal, no como cargo público. La solución ha causado sorpresa entre la cofradía, a la que pertenece Kichi, cuyo hermano mayor tan sólo le ha pedido que no monte un "circo mediático". 

Por primera vez en décadas no habrá representación del equipo de gobierno municipal en el palco presidencial ni el alcalde tendrá la presidencia ni cederá el bastón de mando, de forma simbólica, al Nazareno, que ostenta el título de regidor perpetuo de Cádiz, según comunicó Kichi a una representación de la cofradía con la que se reunió acompañado por su concejal Manuel González. 

La propuesta de Kichi es un quiero y no puedo: ni gusta a los cofrades ni a los podemitas

La propuesta de Kichi pasa por acompañar a su madre en la estación de penitencia. El alcalde estará en dicha ubicación porque también es cofrade del Nazareno. En caso contrario, hubiera debido ir al final de la procesión. 

La solución para entregar el bastón municipal también ha sido sui generis. Para evitar la foto del alcalde cediendo la vara al Cristo, miembros de la cofradía se desplazarán hasta el Consistorio para recogerlo. La tradición señalaba que el alcalde entregaba el bastón en la Iglesias de Santa María. Ahora se hará de tapadillo para no propiciar una foto de Kichi, sector anticapitalista de Podemos, comprometiéndose con una celebración religiosa de raigambre en Cádiz.