| 24 de Febrero de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
Rajoy y Sánchez, posando ante los fotógrafos antes de un encuentro en La Moncloa
Rajoy y Sánchez, posando ante los fotógrafos antes de un encuentro en La Moncloa

Rajoy y Sánchez se disputarán el apoyo del PNV

De momento todo son hipótesis. Hasta tanto no se haga recuento de votos, las previsiones se quedan en el limbo de lo posible pero PP y PSOE ya han fijado la vista en un atractivo socio.

| Charo Zarzalejos España

“Pase lo que pase el 26-J, el PSOE no entrara a formar parte de ninguna gran coalición. Rajoy, si es que gana, puede ir perdiendo toda esperanza y nosotros, ya veremos como acabamos. Lo tenemos muy difícil”, confiesa a ESdiario un dirigente socialista que, como otros muchos, no ocultan su abatimiento por la decisión judicial de abrir juicio oral contra Chaves y Griñán. “Es un episodio doloroso”, afirma.

Y es que sin el PSOE no es posible la gran coalición propuesta por el candidato del PP, de ahí que la primera dificultad a sortear para quien quiera o pueda estar en condiciones de formar gobierno es el trámite de la investidura.

En Génova, los más optimistas creen que “si hacemos las cosas bien”, PP y Ciudadanos podrían rozar los 170 escaños, lo cual supondría que ambos partidos tendrían que sumar, entre los dos, siete escaños más de los 163 que ahora suman. El objetivo es mas que difícil porque aun cuando ambos puedan mejorar resultados, no es en absoluto previsible semejante avance. En el PSOE, por su parte ya nadie se atreve a hacer cuentas. Muchos consideran que aun cuando no se tradujera en más escaños, una subida en votos “podría salvar la noche”.

En cualquier caso, nadie se da por vencido y es en este punto en donde de manera recurrente aparece el PNV a quien se le atribuyen en torno a los 6-7 escaños que pueden resultar preciosos para salvar la investidura. PSOE y PP se disputaran el apoyo del partido de Urkullu, absolutamente alejado de veleidades independentistas aunque sí deseoso de una mejora estatutaria. La “vacuna” del famoso “Plan Ibarretxe” a hecho efecto en el PNV que sin renunciar a sus máximos ha optado por guiarse por su famoso y siempre rentable pragmatismo.

En medios oficiales tanto del PP como del PSOE se garantiza que ni Rajoy ni Sánchez están manteniendo contacto alguno con los nacionalistas vascos. Llegado el caso, Alfonso Alonso, actual ministro de Sanidad, se perfila como el hombre puente entre PP y PNV ante unas eventuales negociaciones, mientras que este papel, por parte del PSOE, correspondería a Patxi López.

Una relación "buena y cordial"

Pedro Sánchez visitó a Urkullu en Ajuria Enea y Rajoy y el lendakari han mantenido a lo largo de estos años que por ambas partes se califica de “buena y cordial”. Ambos, Rajoy y Urkullu, han mantenido sus contactos dentro de la discreción que es característica compartida por los dos. Urkullu ha huido siempre de la estridencia, es un hombre más bien tímido, de escasas palabras, afable en el trato y con una evidente tendencia a no dar titulares y con la convicción de que “no podemos partir el país”. Se refiere al País Vasco.

En el PNV hay preocupación por el avance de Podemos que podría acercarse peligrosamente al partido de Urkullu en las próximas elecciones vascas. El PNV está en las antípodas del partido de Pablo Iglesias, de ahí que en Sabin Etxea—sede central de de los nacionalistas vascos-- también hagan sus cálculos y sepan de antemano que para gobernar con una cierta tranquilidad van a necesitar de apoyos. Esta circunstancia será bien tenida en cuenta cuando el PP o el PSOE, o ambos, llamen a su puerta tras el 26-J.

El PNV pondrá condición innegociable el mantenimiento del Concierto Económico, figura cuestionada por Ciudadanos y buena parte del PSOE pero defendida a ultranza por el PP, tanto en el propio País Vasco como en el Congreso de Diputados por boca del propio Mariano Rajoy y que cuenta con el expreso apoyo constitucional. “Nosotros—se asegura desde el PNV—estaremos abiertos a hablar con quien quiera hablar con nosotros, pero en el mejor de los casos no iremos más allá de la investidura y siempre y cuando quien requiera nuestro apoyo tenga unas propuestas concretas que no choquen ni contra el autogobierno vasco ni cuestione o contradiga nuestro modelo social”.

Si se llegara a algún acuerdo con el PNV y aunque nunca se llegue a decir en público, ese alguien—PP o PSOE—deberán mostrar su disposición a coadyudar a Urkullu tras las elecciones vascas que será tanto como votar en sentido contrario a Podemos que bien podría resultar segunda fuerza por encima de la izquierda abertzale. Evitar el acuerdo de la izquierda en el Parlamento de Vitoria es para el PNV objetivo irrenunciable.

Rajoy lo sabe y como fuerza más votada—según las encuestas—esta dispuesto a trabajarse el apoyo del PNV, como en su momento hizo Aznar a través de Jaime Mayor Oreja que tras unas durísimas negociaciones con Iñaki Anasagasti llegaron aun acuerdo en el que hubo que dejar al margen la política antiterrorista por las diferencias insuperables entre ambos partidos. Pese a ello, Xabier Arzalluz dio rueda de prensa bajo el logo de la gaviota popular y Aznar gobernó con su apoyo. “Ahora—aseguran en Génova—las cosas son distintas, más fáciles y , por tanto, más posibles”.