| 09 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Podemos, aliada con los batasunos de Bildu en Navarra, fomenta una euskaldunización que divide a la sociedad.
Podemos, aliada con los batasunos de Bildu en Navarra, fomenta una euskaldunización que divide a la sociedad.

Podemos apoya a Bildu – Batasuna y multiplica la tensión

¿Cómo estropear algo que funciona y crear a la vez tensión social? Fácil: Podemos se alía con los abertzales y se destruye por cuatro lados distintos la paz en la educación.

| Pascual Tamburri Opinión

La Navarra de Uxue Barkos tiene muchos problemas, como toda España, varios de ellos realmente vitales para muchos ciudadanos. Paro, deuda, crisis, en muchos sentidos falta de horizontes –y no es sólo economía-, inmigración que no sabemos dónde nos llevará, emigración cualitativamente significativa, tensiones institucionales. Muchas, muchas cosas; pero no, para la Navarra de Uxue Barkos lo que importa es la ‘memoria’ histórica (sólo de la guerra de 1936 y sólo de una versión, jamás del terrorismo), es el ataque a la cultura cristiana, es la extensión de la versión abertzale del folklore popular y es, sobre todo, la educación para su uso ideológico.

Cuatro partidos unidos para gobernar Navarra –Geroa Bai / PNV, los batasunos de Bildu y los marxistas de IU y Podemos- y cuatro batallas abiertas a la vez para controlar, ideologizar y llenar de euskera y abertzales las aulas navarras: se paró el programa en inglés PAI, se extendió a toda Navarra y sin control el modelo 100% en vasco, se convocó una oferta de empleo público casi sólo para vascoparlantes -y en todo caso con grandísimas ventajas para ellos. y se ofrecen plazas sólo en vascuence en barrios de Pamplona donde la Población no las pide. Ni hecho a posta.

El consejero José Luis Mendoza se ha colocado así en el centro de la coalición. Los grandes pasos educativos del ‘kambio’ empezaron con su inmediata y contundente paralización de la enseñanza en inglés en Navarra. Lo que en Primaria se llama PAI, pero que con uno u otro nombre responde a la amplísima y creciente demanda social de uso vehicular del inglés e incluso de bilingüismo en inglés y en otras lenguas modernas, se paralizó a la espera de un “estudio técnico que aún no ha llegado. Se dijo, desde la Consejería y desde la Presidencia, pero también desde los ahora privilegiados –que no mayoritarios- sindicatos abertzales, LAB, ELA y STE-EILAS, que UPN y PSOE desde el Gobierno habían fomentado la demanda de y en inglés para “perjudicar al euskera”. Los abertzales convierten la lengua vascuence en exclusivamente suya, en instrumento de su ideología, y no asumen cuál es la realidad de una sociedad en la que el 100% habla castellano, el 15% además vascuence, con muy distintos niveles de uso real, y las que crecen son las lenguas extranjeras.

Poco después Mendoza y Barkos anunciaron su voluntad, que ya se ha hecho real por Decreto y contra la que nada ha valido, de que en toda la Navarra castellanohablante cualquier alumno o familia pueda pedir sin más requisito ser escolarizado completamente en euskera (modelo D), asegurándosele en todos los Centros públicos (y en los privados tan deficitarios y subvencionados) la creación de los grupos necesarios y la llegada de docentes euskaldunes sin reparar en gastos. Así que, caso curioso, una familia no puede ser escolarizada en el modelo G en Vera de Bidasoa, donde toda la población conoce el castellano, pero se convierte en derecho ser escolarizado en el modelo D en Fitero. Hubo protestas pero nada los ha detenido: todo vale para el modelo D, y en cambio la docencia en inglés ni siquiera responde a un modelo –error por cierto de los anteriores gobernantes, por mucho que ahora digan quejarse.

La cosa siguió con el proyecto de Oferta de Empleo Público para 2016 y 2017 asignando todos los puestos ordinarios de maestro y de profesor a titulados en euskera, y convirtiendo en marginales en la práctica las nuevas plazas el castellano en una provincia como Navarra, con las características que ya hemos visto. Ya contra esto se movieron los docentes de los sindicatos AFPNA, ANPE, CCOO, UGT, CSIF y APS, obviamente preocupados por las plazas que se iban a reservar sólo para euskaldunes. ¡Y sólo era el principio! Ante las quejas, y ante lo escandaloso de los números, incluso Podemos e IU dijeron no apoyar a Mendoza totalmente, y hubo un amago de negociación en la que los puestos a convocar se han maquillado; pero sólo maquillado y sólo por ahora, generando además una tensión creciente en los centros de enseñanza y entre las familias y candidatos afectados.

No quedó ahí la cosa. Camuflada la OPE militante por este año, el Departamento de Educación decidió, al menos, dar una doble oportunidad de presentarse a la oposición de maestros en dos días distintos únicamente a los que tengan el título de EGA o equivalente en vascuence. Esta doble oportunidad de los vascoparlantes para poder presentarse dos veces en días distintos ni siquiera la tienen los opositores para presentarse, por ejemplo, a distintas especialidades, sino que es un privilegio exclusivo por el mero hecho de hablar vascuence. Si eres euskaldún puedes tener plaza de euskaldún o una de las pocas en castellano; pero si sabes una lengua moderna es un mérito no muy valorado y si tienes dos titulaciones es completamente inútil.

Esta política de “lista única”, con privilegio para los euskaldunes, se extiende además potencialmente a las listas de interinos. Si no se detiene al equipo de Barkos, los titulados de EGA contarán con él como mérito para su contratación y además podrán ser elegidos tanto para centros euskaldunes como para los muy mayoritarios centros con castellano vehicular. Estos dos últimos pasos de la OPE-agresión llevaron el 20 de febrero, sábado, a las 17:30 a una manifestación en la Plaza del Castillo convocada por AFAPNA, ANPE, CCOO, UGT, CSIF y APS, todos los sindicatos que no son nacionalistas. Apolítica y profesional, la manifestación fue presidida por una pancarta con el lema "OPE y listas de interinos no a la discriminación del profesorado de castellano", y en ella se protestó contra las "presiones sindicales y políticas" y contra la OPE que discrimina a los opositores castellanohablantes. Pero nada se ha obtenido como respuesta, y la tensión social crece.

Hay que entender que esa manifestación del 20 llegó en la misma semana en que el Ayuntamiento de Pamplona ha intentado imponer la euskaldunización de las escuelas infantiles de San Juan (ahora Donibane) y Fuerte del Príncipe (ahora Pritzearen Harresi). El domingo 21 de febrero otra manifestación, esta vez de padres y trabajadoras de las escuelas infantiles de Pamplona, se formó en contra del cambio en el modelo lingüístico de varias escuelas infantiles de la capital navarra. Los manifestantes dijeron en su manifiesto que se ven "ninguneados por la decisión de echarnos de nuestras escuelas y de reubicar a nuestros hijos" y aseguraron que "nadie nos ha preguntado nuestra opinión". Ni caso.

El alcalde Joseba Asirón, de Bildu y con apoyo cuatripartito que incluye a Podemos, gobierna una Pamplona donde la demanda de puestos escolares en escuelas infantiles en euskera es del 12%; y estamos incluso en dos barrios en los que esa demanda no llega al 5%. Eso por no mencionar los porcentajes correspondientes de euskaldunes nativos y de uso cotidiano del euskera en la vida familiar y social. Moraleja: otro paso de la coalición radical para usar el vascuence como ariete ideológico, y otra tímida pero real respuesta de la sociedad de Navarra, cuyo Gobierno es mayoría parlamentaria pero minoría social y cultural.

No suelo coincidir con Fernando Savater, pero agradezco que hace unos días diese espacio a esta tensa situación de Navarra en su columna de El País. Dice acertadamente que para los nacionalistas “no se trata de afirmar el derecho de los hablantes a su lengua, que nadie niega, sino de reivindicar el derecho de la lengua a buscarse hablantes aunque prefieran no serlo…” y que para ellos la meta es “arrinconar la [lengua] común sin atender a otros criterios”. En efecto, la “asimilación de Navarra ha sido siempre la conquista de Jerusalén para los cruzados del nacionalismo vasco” y su batalla primera es en las aulas. Como ya lo fue en el País Vasco. Eso sí, encuentro chocante las quejas de los representantes de UPN, PSOE y PP, manifestantes algunos de los cuales han tenido durante décadas responsabilidad o influencia en la enseñanza navarra. ¿Se quejan hoy de algo cuyas bases no sólo toleraron sino que fomentaron y subvencionaron cuando pudieron hacer cosas bien distintas? Si algún día vuelven a gobernar es de esperar que, tras confesar en público sus pecados, los enmienden.

Pascual Tamburri