| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Albert Rivera y Pedro Sánchez conversan en el Congreso
Albert Rivera y Pedro Sánchez conversan en el Congreso

La encrucijada de Rivera: crecen las voces críticas en el seno de Ciudadanos

Sus líderes van marcando sus líneas, pero la estrategia a adoptar tras el 26-J augura un intenso debate tanto en Ciudadanos como en el PSOE. Y no todos están de acuerdo en que hacer.

| Charo Zarzalejos España

Mientras no haya resultados, casi todo se mueve en el campo de la especulación. Sin embargo, si algo parece seguro es que tras el 26-J los pactos van a resultar imprescindibles para la formación de Gobierno y es en el bucle en el que se han metido los partidos políticos cuando aun queda algo más de una semana para la cita con las urnas.

El contundente veto que Albert Rivera ha puesto a Mariano Rajoy ha sorprendido a no pocos de su propio partido que veían más acertada la posición adoptada durante el debate. Entonces Rivera invitó a Rajoy a reflexionar y aunque se podía deducir que el líder de Ciudadanos veía al presidente en funciones como un obstáculo, dejó el margen suficiente para la interpretación.

El propio PP reconoció y así se recogió en ESdiario, que el debate le había salido mejor “que el anterior”. Tras el veto a Rajoy expresado con nitidez en un desayuno informativo, en Génova se asegura que “ha perdido todo lo que ganó en el debate. No se da cuenta—se indica desde el equipo de campaña del candidato—que con esta actitud refuerza aún más a Rajoy y si esa es su condición, desde ahora debe tener claro que el PP por ahí no va a pasar”.

Los populares que prefieren no dar demasiada importancia a lo que se diga en campaña, no ocultan sin embargo, su enfado con Rivera. “Tenia razón Rajoy cuando le dijo aquello de inquisidor. ¿Quien es él para quitar o poner líderes que luego son ratificados por los ciudadanos?. Se está equivocando de lado al lado porque solo a alguien que está muy nervioso se le ocurre concluir poco menos que hay una conspiración porque Irene Montero haya compartido coche con Ayllon.Las discrepancias políticas no significan falta de compañerismo. Creemos que le está sobrando campaña per él vera lo que hace porque así no va a conseguir quitarnos un solo voto”.

Rivera: la encrucijada de distanciarse del PP ... y del PSOE

Rivera, poco a poco, trata de hacer ver que el pacto alcanzado con el PSOE, es un pacto caducado, pero lo cierto es que su beligerancia hacia los socialistas está ciertamente medida. “nosotros somos el centro—se indica desde Ciudadanos—y nuestra posición es bien clara: no queremos ni populismos ni separatismos y seguiremos apostando por un cambio a bien”.

En Ciudadanos crecen las voces que critican que Rivera haya endurecido tanto su discurso contra Rajoy

El debate en Ciudadanos se centrará en las “condiciones” para entablar cualquier conversación pero tendrán que decidir que hacer si el ganador es Rajoy y es él el encargado de iniciarlas. En Ciudadanos, muchos creen que Rivera “ha estrechado innecesariamente el margen porque si somos coherentes con lo que ha dicho, si Rajoy llama no tendríamos que ir a hablar y eso no tiene ningún sentido”.

Otros, por el contrario, creen que “será el PP el que tendrá que valorar que antepone, si el acuerdo para que haya gobierno o la figura de Rajoy”. Los populares no quieren entrar en ese debate. Creen que el 27-J “la cosas se verán de manera bien distinta”.

En Ciudadanos parece estar fuera de duda la predisposición a reeditar “veremos cómo y de qué forma”, el acuerdo con el PSOE pero admiten que “en esta ocasión las cosas van a transcurrir de manera bien distinta”. Por lo pronto no habrá firma oficial y solemne si ese eventual acuerdo llega a producirse .

Si Ciudadanos puede ser necesario, el PSOE es imprescindible para la formación de Gobierno. Y es en este partido en donde el debate “va a ser tenso y duro. Vamos a sacar mejores resultados que los que nos auguran las encuestas, pero en cualquier caso nos veremos ante un dilema que tendremos que resolver y no va a ser fácil”.

Los barones tienen claro que Sánchez no decidirá sólo 

Lo que queda descartado, según Sánchez, es que el PSOE ayude por activa o pasiva al PP, pero no todos están de acuerdo. Algunos barones, así como algunos veteranos aun en activo creen que “si la situación es límite hasta el punto de que no haya más alternativa que unas nuevas elecciones, los socialistas tendrán que tomar una decisión y esta decisión, sea la que sea, será de extraordinario riesgo para el partido”.

La decisión que tome el PSOE la tomará el comité federal y, se advierte, allí hay muchas opiniones y hasta ahora muchos silencios”

Si algo horroriza al PSOE es dejar a Podemos todo el espacio de la oposición, pero el sudoku que se han impuesto es de difícil solución: nada con el PP, nada con Podemos y con Ciudadanos, si se produjera algún pacto seria claramente insuficiente

En todo caso, desde algunos sectores del PSOE, se hace hincapié en que la decisión que se tome “la tomará el comité federal y allí hay muchas opiniones y hasta ahora muchos silencios”. Como las aguas bajan silenciosas pero no tranquilas, en Ferraz se está a la espera de los resultados en cada una de las autonomías porque “no todos podrán hablar con la misma fuerza”. Un eventual triunfo del PP en Andalucía “quitaría bríos a Susana”.

Para la toma de decisiones, y así lo reconocen en Ferraz, será decisivo cual sea el puesto que el PSOE alcance en el ranking final. Superar en un solo escaño a Unidos Podemos sería considerado un éxito . En ese caso, apuntan, “sería Pedro quien tendría que llamar a Iglesias y no al revés que es lo que él pretende”. Los socialistas prevén que de aquí a final de campaña, Pablo Iglesias no va a dejar de hacer el envoltorio al PSOE. Susana Díaz está siendo la encargada de “ponerle en su sitio”, según los socialistas andaluces.

Tanto Ciudadanos como PSOE consideran que, si como dicen las encuestas, el PP resulta el partido ganador, será a ellos a quienes les toque dar el primer paso y si las posturas ya conocidas se mantuvieran el 27-J, el PP tendría muy difícil, por no decir imposible formar gobierno. El PP da por descontado que “entre unos y otros nos van a poner en situación límite, al menos por un tiempo, y actuaremos con responsabilidad y serenidad”. En lo que si hay una coincidencia clara es que tras el 26-J no se puede repetir la liturgia de la fallida legislatura.