Carlos Herrera avisa a la "mugre" de Ada Colau por su inquina contra la Legión

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se ha metido en un embrollo con un adversario muy correoso. Después de su desplante a las Fuerzas Armadas en el Salón de la Enseñanza y la consiguienterespuesta que recibió por parte de Defensa, Colau se ha topado en su camino con la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de la Ciudad Condal. 

El Consistorio de la alcaldesa lleva tiempo intentando que el Consorcio de la Zona Franca retire el usufructo de un solar a dicha asociación de antiguos miembros del Tercio. Los motivos reales son idénticos a los del episodio del Salón de la Enseñanza: puro sectarismo ideológico. 

En esa cruzada contra los veteranos de la Legión se han dado cita elementos como el Ayuntamiento, ERC, Convergéncia o la CUP, entre otros. Todos ellos intentan presionar a dicho Consorcio para que expulse a los antiguos legionarios de unas instalaciones en las que, como reconocen algunos vecinos, antes tan sólo servían para dar cobijo a delincuentes en el distrito de Sant Andreu.

Así lo remarcó el presidente de la Hermandad, Jesús Cañada, en una entrevista concedida a Carlos Herrera en la COPE en la que calificaba lo que estaba sucediendo como una "persecución sectaria y brutal"sin más argumentos que el odio ideológico. No es la primera vez, ya que desde hace años grupúsculos antifascistas y separatistas llevan intentado expulsar a los veteranos de su sede. 

La Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Barcelona utiliza el terreno cedido adyacente a su sede social en la zona conocida como "las casernas". Pero también lleva a cabo actividades de acogida a personas del barrio y experiencias con huertos urbanos para personas disminuidas. 

De la misma manera, la Hermandad se implica en recogidas de alimentos, pañales y juguetes para niños, participación en eventos benéficos para recaudar fondos con destinos a enfermos y una bolsa de trabajo. 

Tal y como apuntaba Herrera, la "mugre" que intenta expulsar los veteranos de su sede no sabe el adversario al que se enfrentan.