| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Del barco a la carpa, la intrahistoria de la llegada del Aquarius

Un cooperador del operativo cuenta a ESdiarioCV que hubo alguna tensión entre dos ministerios e incluso un mínimo conato de huida que estaba condenado de antemano al fracaso por la presión.

| Redacción Valencia Edición Valencia

La versión de la fuente cooperadora del operativo sobre el conato es sin embargo negada por una fuente oficial consultada anónimamente. Si hubo algo debió ser sin duda casi imperceptible para el resto. La gran cantidad de efectivos policiales desplegados evidentemente hacía desaconsejable siquiera intentarlo.

El caso es que todo salió razonablemente bien. El Ministerio de Trabajo (Migraciones) hubiera preferido un ritmo más lento en la salida de los desembarcados rumbo a sus residencias provisionales. En cambio Interior -relata esa fuente del operativo- apremió con la base del trabajo realizado por Médicos Sin Fronteras (MSF) en los barcos, que hacía que la labor de asesoramiento legal en tierra para las solicitudes de asilo fuera casi innecesaria y que desde luego acabara “en tiempo récord”. Un experto en inmigración destacaba a ESdiarioCV que el plazo de 45 días de estancia en España “no se había visto nunca”.

A la fuente cooperadora del operativo le sorprendía la gran cantidad de intérpretes presentes en el puerto. Otra fuente -ésta ya sí plenamente integrada en la organización de la llegada- destacaba el trabajo poco comentado hasta ahora de Sanidad Exterior, que “estuvo de diez”. A pesar de algunas imágenes de televisión, el “jolgorio” de los inmigrantes a su llegada fue escaso, según la primera de las fuentes, acostumbrada al trato con inmigrantes irregulares. Y eso a pesar de que la media de edad era baja y de que la inmensa mayoría de los llegados en la operación del Aquarius -de una treintena de nacionalidades- eran menores de treinta años.

Postureos

Nadie quería políticos recibiendo a los inmigrantes que iban a desembarcar de los tres navíos, pero allí estuvieron los dos ministros socialistas valencianos no imputados (José Luis Ábalos y Carmen Montón), la vicepresidenta Mónica Oltra, y la concejal cooperación y participación, Neus Fàbregas, de València en Comú. Éstas dos últimas permanecieron desde primera hora en la base del Alinghi y no en la terminal de Cruceros 1 adonde llegaron los inmigrantes a bordo de tres barcos. Y alguna que otra foto cayó.

También una fuente de la organización del operativo ha contado a ESdiarioCV casos concretos de personas pertenecientes a afamados colectivos con labor social a sus espaldas que pidieron acreditarse, no ejercieron ninguna labor asistencial a los inmigrantes, y colgaron fotos de su estancia en el puerto anunciando la supuesta colaboración de su organización.

Pero, pese a estas anécdotas, todo funcionó estupendamente. La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, se ocupó de ello, restándole algo de protagonismo a su homóloga valenciana, hasta ese momento coordinadora del operativo. Una relevante fuente que ha pedido anonimato cuenta divertida las “lecciones” que Oltra daba al resto de miembros del Centro de Coordinación Operativa Integrada (CECOPI) durante sus reuniones previas a la llegada de los barcos.