La puñalada trapera del presidente del Oporto obliga a Casillas a ser "tacaño"

A Iker Casillas le espera un verano movidito en el ámbito deportivo. El Oporto no quiere contar con sus servicios de cara a la próxima temporada a pesar de que su presidente, Pinto da Costa, anunció en su momento una ampliación del contrato con el jugador.

El problema es que el campeón del mundo no ha conectado con la afición lusa en todo el año. Al contrario, los seguidores del Oporto se esperaban paradones increíbles y alguna que otra filigrana y lo único que obtuvieron fueron unas "manos de mantequilla" y un récord de vergüenza: Iker es el portero más goleado en 38 años de historia del club. 

Los rumores sitúan a Iker Casillas en el equipo que lidera David Beckham en Miami después del verano, con un salario de ocho millones por temporada, dos años de contrato y un nivel de exigencia mucho menor al europeo. Pero el jugador de momento lo ha negado para presionar al Oporto y que sean ellos los que le echen. De esta manera, Iker cobraría lo que le queda de contrato, indemnización incluida. 

El portero español tiene la ficha más alta de todo Portugal y mantener su salario, sin unos resultados que lo avalen, le va a resultar difícil al equipo directivo de los dragones. El equipo se quedó fuera de la Champions y de la Europa League a las primeras de cambio y en la liga portuguesa tampoco han triunfado. El único consuelo que les queda es que ahora su equipo, el Oporto, es conocido a nivel internacional o eso quieren creer. 

Casillas descarta una salida amistosa si el club decide no renovarle a pesar de la promesa pública, porque no está dispuesto a perder un solo euro del acuerdo firmado. Su participación en la Eurocopa de Francia, aunque sea como suplente, parece segura. Será después cuando defina su futuro para la próxima temporada.