La reunión secreta de la madre de Chabelita con el enemigo de Pantoja

Isabel Pantoja ya está en Cantora. Refugiada en los suyos, aunque con ellos no haya encontrado la tranquilidad que buscaba. Su rostro ajado y su pérdida de peso evidencian que Isabel está mucho más desanimada que en sus anteriores permisos penitenciarios.

No es extraño, pues en estos próximos seis días no podrá apenas descansar. La cantante tiene sobre la mesa algunas decisiones importantes a las que hacer frente. Debe decidir cuándo y cómo debe comparecer su hermano Agustín ante los medios de comunicación. Pretende aclarar y puntualizar algunas de las informaciones más controvertidas de los últimos tiempos.

Aunque su objetivo es arrinconar a Instituciones Penitenciarias, no creo que la sangre llegue al río. Sabrán pararle los pies antes de meterse en un charco del que no sería fácil salir. Más que una rueda de prensa, estudian emitir un comunicado a todos los medios, quizás para evitar así las preguntas incómodas de los periodistas.

Isabel también tendrá que mantener una conversación profunda con sus hijos. Las últimas intervenciones públicas de Kiko y Chabelita no han sido de su agrado. Me cuentan que el rebote fue mayúsculo con el resbalón televisivo de Kiko en Sálvame Deluxe. No entendió tanto pasotismo y agresividad contra la prensa. Me extraña su compasión al recordar las escenas en las que arrancaba cámaras e insultaba a los reporteros asfálticos.

Tendrá que tener paciencia, aunque ahora le preocupe más poner contra las cuerdas al gobierno peruano que, según su entorno, habría proporcionado información confidencial a la madre biológica de Chabelita: "Estamos estudiando demandar a la madre biológica", declara Cinthya Ruiz, abogada de la tonadillera, a El Semanal Digital.

Me cuentan que Isabel está profundamente tocada por la entrevista reveladora de Lecturas, en la que Roxana, la mujer que alumbró a la joven, pide un abrazo filial antes de morir. Una entrevista formidable, realizada por Karmele Izaguirre, que ha suscitado un debate inaudito sobre lo ético y lo moral. Hay quien considera una trapacería que la peruana haya aparecido veinte años después. No se puede negar que periodísticamente se trata de una entrevista brillante con un recorrido televisivo que dará que hablar.

Se especula con la posibilidad de que viaje a España para conceder una jugosa entrevista por la que podría embolsarse cerca de 80.000 euros. Hay muchas incógnitas sobre la aparición mediática de Roxana, sobre todo ahora que El Semanal Digital ha sabido que Fosky, el que fuera alma protectora de la cantante, mantuvo el pasado martes una reunión con ella que se había retrasando unos días por motivos laborales.

Fosky es bonachón y cercano, pero no da puntada sin hilo. Habrá que esperar.