Entre los populares cunde el optimismo de cara a la nueva cita electoral. Su electorado esta movilizado y la figura de Rajoy reforzada. Pero algo les tiene con la mosca detrás de la oreja
Algunos dirigentes del PP contienen el aliento. Mientras este martes la maquinaria electoral se vuelve a poner en marcha y el optimismo reina tras las encuestas publicadas y los sondeos internos, un escalofrío recorre algunos despachos de los estrategas populares.
Paradójicamente, el pánico no lo generan las perspectivas de abstención o el hartazgo de los electores. Es, de nuevo, la corrupción. Se considera en Génova que en los últimos meses, "algunos elementos" de la Policía y la Guardia Civil, fuera de control de los responsables del Ministerio del Interior, han ido marcando el día a día con detenciones televisadas y filtraciones interesadas.
La escuchas telefónicas fuera de control
Hace unas semanas, entre los diputados del PP y del PSOE de la Comunidad Valenciana circulaban diversos rumores con un protagonista en común: el ex presidente del PP valenciano y de la Diputación, y ex alcalde de Xátiva, Alfonso Rus. Rus, que fue detenido por su vinculación con la denominada operación Taula, es el protagonista de la grabación en la que se le puede escuchar contando uno a uno billetes de una supuesta comisión ilegal.
Pues bien, en el PP se teme ahora la difusión de unas nuevas grabaciones que circulan entre algunos agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Según explican a ESdiario fuentes policiales, el contenido de esas escuchas telefónicas serían "muy esclarecedores" sobre las prácticas de Rus y algunos empresarios sobre la financiación de los populares valencianos.
Un sector de PP lleva meses reprochando al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y a los responsables de la Policía y la Guardia Civil, Ignacio Cosidó y Arsenio Fernández de Mesa, que tanto la UCO como la UDEF funcionen "fuera de control" bajo el mando, se considera en este sector, de comisarios afines al PSOE o, como poco, "hostiles" al PP. Y este sector espera "un bombazo" en plena campaña electoral que lastre las expectativas electorales de Mariano Rajoy. Todas las miradas están fijadas en Valencia.