| 23 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Santiago Abascal, en una entrevista para Europa Press.
Santiago Abascal, en una entrevista para Europa Press.

El golpe de efecto de Abascal: pedirá elecciones ya y no presentará un programa

La quinta moción de censura de la democracia centrará el interés político durante dos días. El candidato de Vox hará un discurso con fuerte carga ideológica, su punto fuerte ante Casado.

| Ana Isabel Martín España

"Devolvamos la voz al pueblo español". Ésa será la propuesta que Santiago Abascal lanzará este miércoles desde la tribuna del Congreso en el debate de la quinta moción de censura de la democracia. La cuarta que, en términos numéricos, fracasará (aunque en términos políticos tendrá ganadores y perdedores). Salvo sorpresa, solo contará con 52 votos a favor de 350. 

El líder de Vox quiere dar un golpe de efecto no tanto presentándose como candidato a presidente del Gobierno en sustitución de Pedro Sánchez -lo que sería una moción de censura al uso-, sino proponiendo a la Cámara que se celebren elecciones cuanto antes. Para que así sean los españoles, y no la oposición, los que dicten sentencia política sobre la gestión de Sánchez y su socio, Pablo Iglesias

Según el reglamento del Congreso, el candidato propuesto en la moción interviene para "exponer el programa político del Gobierno que pretende formar". Sin embargo, según fuentes de Vox consultadas por ESdiario, Abascal no tiene intención de presentar un programa alternativo, puesto que su objetivo son las urnas. 

Así pues, el suyo será un discurso con una profunda carga ideológica, fundamentado en los temas nucleares del tercer partido del arco parlamentario: la inmigración ilegal, el separatismo, la memoria histórica (o memoria democrática, según el Gobierno), la okupación...

No obstante, antes que Abascal tomará la palabra el diputado de Vox que defenderá la moción de censura, Ignacio Garriga, que también será el candidato del partido verde a las elecciones catalanas (de ahí que la formación quiera promocionarlo).

Garriga hará una radiografía de la situación de España y de la gestión del que a su juicio es "el peor Gobierno en el peor momento": de las "colas del hambre", a las "mentiras" de la pandemia, pasando por la recesión económica, los ataques a la Jefatura de Estado desde el Ejecutivo y la "deslegitimación" de la Transición y del régimen del 78. 

Abascal y Garriga han preparado sus respectivas intervenciones por separado, aunque en constante coordinación. A las nueve de la mañana subirá a la tribuna el diputado catalán, que tiene escrito un discurso de una hora. 

El diputado catalán Ignacio Garriga será quien defienda la moción de censura de Vox.

 

A partir de ahí puede intervenir cualquier miembro del Gobierno o reservarse para Abascal, que vendrá después. Se espera que Sánchez e Iglesias participen en el debate. Cómo no hacerlo si en La Moncloa están convencidos de que esta moción de censura solo tiene ventajas para Sánchez: la polarización que tanto explota el PSOE, la división del centro derecha, la falsa sensación de unidad en el bloque de la investidura...

Por la tarde intervendrán los portavoces de los grupos parlamentarios, de menor a mayor y por un tiempo máximo de 30 minutos. ERC, Bildu y el BNG tantearon al PSOE y a Unidas Podemos para explorar la posibilidad de plantar el debate y así boicotearlo. Pero socialistas y morados tienen demasiadas ganas a Vox como para dejar pasar esta oportunidad.

Abascal tendrá la posibilidad de responder a todos juntos o por separado. Este martes por la tarde la decisión aún no estaba tomada. 

En la sesión vespertina muchas de las miradas estarán puestas en Pablo Casado, aparentemente atrapado entre la espada de Abascal y la pared de Sánchez. Como ha venido informando este diario, aunque el líder de la oposición no destapará el sentido de su voto hasta que suba al estrado, la mayoría de los populares creen que será un "no". 

Aunque Casado parte con desventaja, los populares confían en que salga bien parado de ésta si es capaz de abrirse hueco y reivindicarse como la única alternativa posible a Sánchez