| 29 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Casado y Arrimadas entierran la foto de Colón y "ceden" la calle a Vox

El PP y Cs no secundarán las concentraciones que este domingo habrá ante los ayuntamientos de toda España contra el Gobierno de Sánchez. El líder de la oposición cree que no es el camino.

| Ana Isabel Martín España

La unidad de acción que mostraron el PP, Vox y Ciudadanos durante el debate de investidura ante el enemigo común de un gobierno de coalición sostenido por ERC y Bildu ha acabado más pronto que tarde. 

La convocatoria, este domingo al mediodía, de concentraciones a las puertas de todos los ayuntamientos en defensa de España y de "un gobierno que respete la Constitución y la soberanía" -según el eslogan de España Existe, la convocante- ha sido secundada por Vox, pero no así por los de Pablo Casado e Inés Arrimadas. No habrá, pues, reedición de la foto de Colón, que es agua pasada.

Mientras Santiago Abascal ha alentado desde su cuenta de Twitter a salir "a la calle" contra el "gobierno frentepopulista de socialistas y comunistas" el domingo, populares y naranjas se han apresurado a desmarcarse.

El portavoz del PP en el Senado, Javier Maroto, ha explicado que su partido no va a llevar "el Parlamento a la calle sino la voz de la calle al Parlamento". Y el de Cs en el Congreso, Edmundo BalCs, ha remarcado que éste es un Gobierno legítimo: "Se ha formado de acuerdo con las normas y lo que haremos será realizar un trabajo duro, exigente y no permitiremos que se infrinjan las leyes, pero lo haremos dentro del respeto y del funcionamiento de la Cámara".

Ambos, populares y naranjas, recuerdan perfectamente cómo durante la investidura de Mariano Rajoy en octubre de 2016 la plataforma Rodea el Congreso convocó una concentración que acabó con disturbios y con diputados abucheados e insultados. 

 

Y, más recientemente, cómo cuando el PSOE de Andalucía perdió el poder a manos de Juan Manuel Moreno, socialistas y Adelante Andalucía (marca autonómica de Podemos) azuzaron la calle y secundaron una manifestación a las puertas del Parlamento coincidiendo con el debate de investidura del popular. 

El sábado, el domingo y el martes toda España pudo ver al PP, Vox y Cs haciendo piña contra Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, ERC y Bildu en la investidura, e incluso aplaudiéndose unos a otros en los momentos más álgidos. Hasta el punto de que Casado proclamó que había llegado el momento de iniciar una "reagrupación nacional de los constitucionalistas" a la que abrió los brazos incluso a los socialdemócratas desengañados. 

Sin embargo, la convocatoria de España Existe ha puesto de manifiesto que desde el comienzo de la legislatura "las derechas", como las llama en tono despectivo Sánchez, tienen planes distintos para este Ejecutivo. 

La intención de Casado, pasados los calores iniciales de la investidura, es hacer una oposición dura, pero no ruda, distinta a la de Vox. El presidente de los populares está muy metido en su papel de "única alternativa" al Gobierno de Sánchez y cree que cultivar su faceta de hombre de Estado le ha ido muy bien en los últimos meses. 

Además sabe que como líder de la oposición tiene una buena mano de cartas, puesto que el presidente le necesitará para cualquier reforma legal o renovación de órganos (CGPJ, RTVE, Tribunal Supremo...) que requiera de una mayoría de tres quintos. 

Cs pretende visibilizar al máximo sus diez escaños y marcar un perfil propio frente al intento de OPA de Casado. De hecho los de Arrimadas no descartan poder llegar a acuerdos con Sánchez, porque como dijo este martes Edmundo Bal, lo que les importa son las medidas de su programa. 

Y Vox no va a dar tregua al Gobierno de coalición: "Haremos una oposición sin cuartel a la traición y al fraude", según Abascal.