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Carmena retira una campaña antifalsificaciones para no molestar a los manteros
En el sindicato de manteros y lateros de Madrid se sienten ofendidos con el anuncio, que califican de “muy miserable” por estar vinculado con el mar “donde mueren nuestros hermanos”.
A Manuela Carmena le preocupan más los manteros que los comerciantes, a tenor de sus reiteradas muestras de apoyo a los primeros y de indiferencia hacia los segundos. Y es que el Ayuntamiento de Madrid va a retirar la imagen gráfica de la campaña contra las falsificaciones "tras escuchar las demandas de la ciudadanía", han informado fuentes municipales, que han destacado que, a la vez, mantendrán la "apuesta y el trabajo municipal que pone en el centro que los productos falsificados son un riesgo para la salud y la seguridad de las personas".
El sindicato de manteros y lateros de Madrid calificó de “muy miserable” esta campaña vinculada con el mar “donde mueren nuestros hermanos”. “El color negro del pulpo que aparece no es casual”, agregaban.
De nuevo el ayuntamiento de @MADRID criminalizándonos cuando no da ninguna alternativa a nuestra situación. A ver si os enteráis de una vez: no queremos vender en la manta! pero no tenemos otras alternativas. Dejen de criminalizar la pobreza y a los migrantes. @ManuelaCarmena pic.twitter.com/I583uK0Jxo
— Sindicato de Manteros de Madrid (@manteroslateros) 22 de noviembre de 2018
El Consistorio ha reiterado su compromiso con la seguridad de la ciudadanía al tiempo que ha señalado que escucha "directamente" las demandas sociales, lo que ha motivado en este caso la retirada de la creatividad de los mupis en las que estaba instalada, así como en redes sociales.
El área de Equidad, Derechos Sociales y Empleo impulsa iniciativas como acciones de sensibilización contra la venta ambulante ilegal y de falsificaciones, que entrañan graves perjuicios y la renuncia de las personas consumidoras a sus derechos, explicaba el Ayuntamiento días atrás en un comunicado.
Pero en la práctica, tanto carmena cuanto Ada Colau en Barcelona miran para otro lado ante una invasión que ha generado cientos de protestas de los pequeños comerciantes, lastrados por una competencia desleal que ha ocupado vías principales en las dos grandes ciudades sin ningún tipo de problema.
