Escándalo de la EMT: El gerente vino de la empresa que regaló relojes a un edil

Josep Enric Garcia Alemany, de 42 años, es Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad Politécnica de Valencia y en octubre de 2014 ocupó el cargo de director de la oficina de proyectos del Grupo Transvia, conocido operador de transporte colectivo.

Tan solo un año después, y procedente directamente de Transvia, en octubre de 2015, fue nombrado Director Gerente de la Empresa Municipal de Transportes de Valencia. Este mismo gerente recibe hace un par de semanas un aumento de sueldo pese a haberse producido una perdida patrimonial en la empresa pública que dirige de 4 millones de euros a través de una estafa con transferencias múltiples a Hong Kong. Sin embargo, la jefa de administración fue despedida. Todo este proceso ha iniciado un devenir de acontecimientos que ha llegado a que el concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, amenazara con irse al grupo de no adscritos por no sentir respaldo suficiente para él y para su protegido García Alemany.

Se produce la curiosa coincidencia de que su anterior empresa es también la gestora del Bus Turístic de la ciudad, que muestra algunos de sus encantos a los visitantes. De esta empresa posteriormente se supo, por sentencia judicial, que había regalado relojes por contratos a un edil del Ayuntamiento del equipo de gobierno de la alcaldesa popular Rita Barberá. 

La vinculación de Transvia con Alfonso Grau se remonta a 2010, cuando el entonces vicealcalde adquirió un reloj de oro por 25.680 euros que fue satisfecho parcialmente mediante la devolución de otro que costaba 13.500 euros y que le fue regalado por Urbano Catalán y facturado a su empresa, Viajes Transvia.

Este mecanismo se descubre a finales de 2015, cuando el juzgado recibió una denuncia de la Fiscalía contra Grau y Catalán. Según el escrito fiscal, la contratista del Ayuntamiento regalaba supuestamente a cambio de contratos relojes de alta gama al exvicealcalde, que el exedil del PP en el consistorio presuntamente cambiaba por otros de precio superior y abonaba la diferencia, sistema que constituiría un blanqueo.

Precisamente, el pasado 5 de junio el concejal en funciones de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, anunció la prórroga por parte del Ayuntamiento de València de la gestión del servicio de bus turístico, que concluía el 11 de junio, para “garantizar el servicio mientras ultima el próximo proyecto”. El denominado Bus Turístic viene realizando su actividad desde noviembre de 1999 y también lleva a cabo el trayecto Albufera Bus Turístic, mediante el cual da a conocer el Parque Natural de la Albufera

La prórroga se justificó, según Grezzi, en que permitía "garantizar el servicio para toda la gente que nos visita", ante la falta de avance administrativo suficiente de cara al siguiente proyecto".

Es este un criterio que parece vago e inconsistente, que la administración aluda a la falta de avance administrativo, que es su obligación, para no sacar a concurso un servicio público y prorrogar una autorización administrativa que se arrastra desde 1999, cuando el PP designó a Transvia la gestión con la colaboración a partir de 2012 de Viajes Privilege.

Resulta aún más chocante la prórroga del servicio si tenemos en cuenta que el Ayuntamiento no recibe canon alguno por la prestación, como sí ocurre en otras ciudades. El propio Grezzi valoró este canon para Valencia en 500.000 euros, pero no ha movido un dedo para sacar a concurso este servicio y que puedan presentarse otras empresas y por otra parte incrementar los ingresos del consistorio. De esta forma, la empresa en la que trabajó el actual gerente de la EMT sigue explotando el servicio.