| 27 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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El abrazo de la Universidad Católica al legado de Adolfo Suárez

La emoción presidió el acto el académico de investidura del ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez como doctor honoris causa por la Universidad Católica de Valencia (UCV).

| Redacción Valencia Edición Valencia

El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha anunciado durante el acto académico de investidura del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez como doctor honoris causa por la Universidad Católica de Valencia (UCV) la creación de la Cátedra de Derecho Constitucional en la citada universidad, de la que Suárez será catedrático honorario.

“Todos los españoles le debemos una honda gratitud por su servicio sacrificado a toda España. Fue un hombre de paz que trabajó por la unidad, diálogo y entendimiento entre los españoles; fue también un hombre de la verdad, en el que no había engaño ni falsedad, sin doblez. Como hombre libre que entregó su vida por los demás necesitamos profundizar en su enseñanza, en su vida, en el mensaje de su manera actuar y de su carrera política”, ha señalado el Gran Canciller de la UCV.

Para el Cardenal Cañizares, Suárez fue primordialmente un político “en el que siempre estuvo presente la preocupación por el ser humano; convencido de que el entendimiento es posible, actuó en la Transición política, de modo que gracias a él esta pudo llevarse a cabo. Hoy, precisamente necesitamos el espíritu de la Transición, es posible la unión entre españoles que Suárez consiguió en la Transición”.

Diálogo y entendimiento

“Su sacrificado servicio a España como presidente de la nación fue posible por su fe, por su personalidad tan rica y ejemplar. Tuvo un gran amor a la Iglesia, fue un ejemplo moral, un padre y marido dedicado a su familia, y un político al servicio del hombre y de la humanidad, sensible a la universidad y cultura Era una persona sencilla, de trato cordial inigualable, de riqueza de espíritu y con una libertad que hacía que a su alrededor todos nos sintiéramos libres”, ha apuntado. 

Igualmente, el cardenal Cañizares ha subrayado que Suárez, fue un gran defensor del derecho a la vida y el derecho a la enseñanza, consagrados por la Constitución: “No podemos ceder en la defensa del artículo de la libertad de enseñanza porque lo que está en juego es decidir quién educa: el Estado o la familia”.

Asimismo, la figura del político abulense llama “a pensar “en cristiano” a la Universidad Católica de Valencia: “Hemos de atrevernos a regar la sociedad del verdadero humanismo, ser capaces de dialogar y colaborar con todos”.

“Hoy, con toda certeza, es un gran día para las comunidades universitarias. No os podéis imaginar la emoción, agradecimiento y gozo que me embarga; era una deuda que teníamos. Esta universidad católica, sin su actuación tan decisiva, no existiría, como tampoco tantas otras”, ha expuesto también el Cardenal Cañizares.

Objetivos comunes

Adolfo Suárez Illana, hijo del expresidente del Gobierno de la Transición ha descrito a su padre como “un humanista cristiano metido a político” en su nombramiento como doctor honoris causa por la UCV: “Ha sido el único capaz de meter a España entera detrás de una sola Constitución que por primera vez en nuestra historia no era una imposición de una parte de España sobre la otra. Mi padre cultivó fundamentalmente una virtud cristiana: el desprendimiento. Y fruto de ello nació la concordia que guió sus acciones políticas”.

“La concordia entre los españoles está gravemente amenazada en nuestros días. Pero creo que los españoles somos capaces de conjurar esa amenaza que se cierne sobre nuestra concordia. Construyamos un futuro común sobre los principios y valores sobre los que fundamentamos nuestra existencia como nación. Ese futuro no puede construirse al margen de los ciudadanos sino con todos”, ha aseverado. 

Para Suárez Illana la universidad debe empujar a “confrontar la propia manera de pensar y las propias creencias con otras”. Esta ha de ser el marco en el que “repensar las oportunidades perdidas en España, sucedidas por dos causas: el fanatismo y la discordia”.

“El proyecto de unión de España de los Reyes Católicos llevó a nuestro país a liderar el mundo en treinta años. En 1975 no nos hicieron falta treinta, sino sólo tres para asombrar al mundo entero, con una transición política ejemplar que hoy se sigue estudiando en universidades del extranjero”, ha resaltado.

Lo que hizo “excepcional” al proceso de transición en España fue para Suárez Illana la “forma” en que se hizo: “Era un país dividido, que venía de una guerra fratricida y cuarenta años sin libertades políticas. Aun así, fuimos capaces, sin quebrantar una sola ley, de transformar aquel Estado, con el acuerdo de todos, en otro social, democrático, de Derecho, bajo la forma de una moderna monarquía parlamentaria, comparable a las mejores del mundo. La receta de la concordia para hoy es sencilla, la misma de entonces, fijar objetivos comunes y aceptar sacrificios personales”.

Dar un paso al frente

José Manuel Pagán, rector de la UCV, ha subrayado en su intervención en el acto que hoy el presidente Suárez es “un modelo de conducta, un estímulo, una motivación para salir del área de confort de cada ciudadano y poner al servicio del bien común los talentos, muchos o pocos, que se posean”.

“Ahora más que nunca necesitamos líderes que como Suárez conciten a las personas en torno a valores, estilos y fines; líderes que en momentos difíciles como los actuales den un paso al frente. A la formación de estos líderes también nos debemos la Universidad, impregnando a nuestros alumnos de un estilo universitario, que tan bien personificaba nuestro nuevo Doctor Honoris Causa, líderes que sean magnánimos en sus planteamientos, generosos en su entrega, que amen la libertad y el diálogo, y que sientan pasión por la Verdad, conscientes de que “la verdad nos hace libres”, ha indicado.

El rector de la UCV ha resaltado también que “el legado de la generación de hombres y mujeres que, con el Presidente Suárez a la cabeza, lucharon por la libertad de todos los españoles”.

“Una generación y un presidente que nos enseñó que por encima de los intereses particulares está el bien común; que conquistó para nosotros el valor de la tolerancia, de la reconciliación, del consenso, del diálogo político, del respeto al otro y de la misma libertad de expresión; que se entregó en cuerpo y alma a la defensa y divulgación del compromiso ético y del rearme moral de la sociedad española; que nos enseñó que la política no es un mercado en que todo se compra y se vende, hay valores, los que fundamentan la convivencia democrática, que deben quedar fuera de la negociación política”, ha apuntado.

En opinión de Pagán, Suárez demostró “el poder del diálogo y de la negociación” y dejó “un mensaje esperanzador” que pide “tolerancia, diálogo, esfuerzo común y ética” en el comportamiento de todos los ciudadanos.

Uno de los arquitectos de la recuperación de los derechos y libertades de nuestro país

Por su parte, Gabriela Bravo se ha referido a Adolfo Suárez como a “uno de los arquitectos de la recuperación de los derechos y libertades de nuestro país” y “referente de la Transición, el proceso político con el que los españoles asombramos al mundo con nuestra capacidad para el diálogo y el acuerdo en aras de un futuro de paz y de libertad”.

En este sentido, la consellera de Justicia ha citado la descripción del político de Ávila que se refiere a él como “al hombre que mejor abrazaba a España”. “La España del siglo XX necesitaba, en su tercio final, la reconciliación que se condensa en un abrazo -ha afirmado Bravo- Por ello, Suarez supo que el futuro de los españoles pasaba por volver a abrazar y volver a abrazarnos”.

“No es casualidad que un pintor valenciano, Genovés, fijara el icono de la transición con una pintura el abrazo, que ocupa un lugar de honor en el Congreso de los Diputados. Suárez supo abrazar y supo que los abrazos no serían posibles sin incorporar a todos. Y un abrazo no era un gesto más o menos cortés sino que era un acto valiente de apuesta por un futuro democrático”, ha añadido.

Esta capacidad de Suárez, “cuarenta años más tarde es un mérito que debemos reconocer y recordar pero, sobre todo, del que debemos aprender. Que la UCV lo haga hoy invistiendo doctor honoris causa a Suárez es un acto que honra a la institución y que a nosotros nos interpela, una lección sobre lo necesario que es recordar, sin ira, para aprender de los errores y progresar con los buenos ejemplos”.

Por otro lado, la política valenciana se ha referido a los valores de la Carta Magna, por la que tanto trabajó el homenajeado. “Son necesarios actos como éste para recordar el liderazgo de Suárez, ejercido desde la generosidad. Y la Constitución es el marco de convivencia que debe guiar nuestros comportamientos; sin ella no puede haber justicia, libertad ni pluralismo político”.