| 05 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Borrell, el pasado viernes
Borrell, el pasado viernes

Borrell no aprecia"cambios en el separatismo y lo ubica en el Golpe de Estado

El ministro de Asuntos Exteriores no se mueve del análisis que le hizo célebre y querido en toda España: pese a los gestos de Sánchez, el independentismo sigue instalado en el procés.

| ESdiario España

Quizá los términos sean ahora más suaves que cuando no era ministro de Asuntos Exteriores, pero el fondo de sus palabras es el mismo que cuando tronaba contra el independentismo en las manifestaciones de Sociedad Civil Catalana.

En una larga entrevista con El País, Josep Borrell no ha podido evitar reafirmarse en todo lo que sostiene desde hace años sobre el soberanismo en Cataluña, con un diagnóstico que, eso sí, no coincide con el de Pedro Sánchez, al que no obstante intenta defender.

Sobre Alemania

El canciller español se reafirma, de manera nítida, en el juicio que le merece el separatismo, en la actitud inmutable de la Generalitat pese a los gestos e, incluso, en el error de la justicia alemana por negarse a extraditar a Puigdemont en los términos penales decididos por el Tribunal Supremo. 

 

Borrell y Valls, a principios de julio en un acto conjunto

 

Preguntado por el rotativo madrileño si mantenía su tesis de que en Cataluña se había cometido un Golpe de Estado desde un Gobierno "neototalitario", Borrell replicó sin ambages: "En este caso le diré lo que dicen los tratadistas políticos: pasar de un sistema democrático a otro sin usar los instrumentos que prevé el propio sistema político es una transformación que los expertos definen como golpe de Estado. No pasamos de la ley a la ley a través de la ley, que fue la grandeza de la Transición; y eso es lo que ha pasado".

 

Y al respecto de la decisión judicial de Alemania, también se puso del lado del Supremo y dio una explicación histórica para intentar explicar un fallo que parece no compartir: "Los códigos penales reflejan características idiosincráticas de un país, en función de su historia. La nuestra es un siglo y medio de golpes de Estado, de uso de la fuerza para derribar el orden constitucional: por eso la palabra rebelión está metida en nuestro cromosoma político".

Y siguió: "La historia alemana está plagada de enemigos exteriores, de guerras permanentes; para ellos, lo grave es la traición. No hay, por tanto, correspondencias entre los conceptos penales porque sus respectivos códigos son distintos como consecuencia de su historia".

 

 

Donde fue aún más explícito, finalmente, fue en descartar el supuesto deshielo que, a tenor del discurso y de las puestas en escena de su propio Gobierno, se estaría produciendo en el conflicto con el separatismo. "Yo no he percibido un cambio. Pero lo que está claro es que este Gobierno está haciendo un esfuerzo extraordinario para recuperar el diálogo; el presidente, el primero".