Oltra se distancia de su alcaldesa 'fetiche'con su oposición a la nueva terminal

El solitario voto en contra de Iván Castañón, el legado de Mónica Oltra, a la creación de la nueva terminal del puerto de Valencia no sirvió para evitar este proyecto, pero sí que ha hecho marcar distancias. El alcalde de la capital autonómica, Joan Ribó, el otro gran referente de la coalición compromisaria, sí que la apoyó a cambio de un análisis más en profundidad para reducir el impacto medioambiental.

La decisión de Oltra contrasta con las acciones de su alcaldesa fetiche, Ada Colau (con quien ha compartido numerosos mítines y actos de hermanamiento), en Barcelona, cuyo puerto constituye el mayor competidor del de Valencia en el Mediterráneo español y uno de los principales de este mar en Europa occidental junto a Marsella o Génova. Colau no ha dudado en respaldar la nueva terminal ICL Iberia en el puerto catalán, que supone una inversión de 80 millones de euros, como ha destacado la presidenta de la Autoridad Portuaria de Barcelona, Mercè Conesa.

El puerto de Barcelona contiene nueve terminales de pasajeros, de las cuales seis corresponden a terminales internacionales de cruceros. La nueva terminal contribuirá a aumentar ese servicio a los visitantes atraídos por el turismo de Barcelona.

En cruceros precisamente Valencia está tratando de hacerse un hueco para conseguir que cada vez más naves de estas características se detengan por una jornada en el puerto, de manera que los miles de visitantes que cada una de ellas transporta puedan disfrutar de los encantos de la ciudad.

La nueva terminal barcelonesa se extiende en una superficie de 80.500 metros cuadrados y permite duplicar la cantidad de minera que ICL traslada al puerto por tren, al igual que la de camiones. Para almacenar la carga, han construido un almacén con capacidad de 120.000 toneladas, ampliable a 160.000.