Podemos compró móviles "antiespía" para proteger sus llamadas

Varios apuntes en los gastos publicados por Podemos en su portal de transparencia correspondientes al año 2014 han vuelto a ponerse de actualidad al hilo de las últimas noticias sobre cobros procedentes de Irán o los viajes discretos de miembros de Podemos a la Venezuela de Nicolás Maduro acompañados, en algunos casos, por otros invitados de la izquierda abertzale o de la CUP. 

En concreto, se trata de varios apuntes correspondientes a teléfonos móviles Blackphone y sus amortizaciones, presentados como unos gastos más dentro de la adquisición de material informático y de comunicaciones como tabletas, portátiles o impresoras para el partido morado en sus primeros meses de vida. 

A priori, cualquier interesado en chequear las cuentas de Podemos no le prestaría mayor atención al desembolso de más de mil euros efectuado en varios teléfonos móviles. Sin embargo, no se trata de unos celulares normales y corrientes. 

Los Blackphone son comercializados como teléfonos "antiespías"

Los Blackphone son móviles calificados como "antihackeo" o "antiespías" desarrollado por la española Geeksphone y Silent Circle. Un diseño preparado para proteger la privacidad del usuario, que permita la navegación anónima, no almacena cookies, oculta la dirección IP y encripta las comunicaciones. 

Además, el Blackphone -que, por las fechas de las facturas, corresponden a su primer modelo-, basado en Android, permite el almacenamiento seguro en la nube y cuenta con un control especial de wifi para evitar rastreos cuando se conecta a través de este tipo de redes. 

Su precio en el mercado rondaba los 460 euros y para su adquisición, en aquel momento, hacía falta contactar directamente con la empresa vendedora, que ha hecho de la privacidad en las comunicaciones su bandera. 

Las vinculaciones de dirigentes de Podemos con sujetos "calientes" para los servicios de información eran un hecho

Una adquisición, cuanto menos, curiosa para el partido que comenzaba su andadura y que daría el campanazo en las elecciones de mayo de 2014.

Y una compra que, a la vista de las informaciones que han venido publicándose en los últimos tiempos, puede provocar algún resquemor.

¿Se trataba de garantizar la privacidad como derecho o de ocultar comunicaciones en un grupo político con dirigentes vinculados a Venezuela, Irán o los entornos de extrema izquierda, sujetos de interés de los servicios de información?