El PP "congela" a Pablo Casado tras su enfado que removió las bases del partido

En el Partido Popular han visto a Mariano Rajoy hacer y salir de todas, pero esta vez lo que se le presenta al líder de los populares si se confirma la investidura fallida de Pedro Sánchez el viernes es el más difícil todavía. "Yo aún soy optimista", decía no obstante este lunes su portavoz en el Congreso, Rafael Hernando, tal vez queriendo creer más que creyendo.

Con Rajoy volcado en confeccionar un discurso que el miércoles convenza a los suyos de que aún tiene posibilidades de conservar La Moncloa, en el Partido Popular los mayores han instalado una especie de calma chicha tras la tormenta que tronó la semana pasada en toda la formación cuando el vicesecretario de Comunicación declaró estar "hasta las narices".

"Hay personas que se están dejando los cuernos por defender unas siglas manchadas por cuatro golfos", señaló entonces mostrando su enfado monumental. Extensible a la inmensa mayoría de los dirigentes de su generación y también a Nuevas Generaciones, como ponía de manifiesto este domingo el reportaje de El Mundo titulado La rebelión de los jóvenes del PP.

El primer paso para volver a ese estado de letargo que le conviene a Rajoy ha sido dejar a Pablo Casado en un segundo plano y que fueran otros quienes asumieran la portavocía de la formación en los días previos al debate de investidura. 

Desde que su sonora y sonada rueda de prensa posterior al Comité Ejecutivo Nacional del PP del lunes 22 y durante los últimos ocho días, el portavoz del partido ha tenido un papel más que discreto. Apenas dos entrevistas con Carlos Alsina en Onda Cero y Antonio Jiménez en 13 TV, nada comparado con la que suele ser su maratoniana agenda.

No fue él sino Andrea Levy quien compareció este lunes en Génova 13 (no todos los lunes sale él, no obstante). A mayores, la voz cantante del PP durante el fin de semana la llevaron Fernando Martínez-Maillo el sábado con un acto en la provincia de Zamora en defensa de las diputaciones; y María Dolores de Cospedal y Cristina Cifuentes el domingo en Alcorcón, en un encuentro con militantes. Allí la secretaria general de los populares señaló: "En tiempos de mudanza conviene no hacer mudanza".     

Ése precisamente, el de que Rajoy es el único presidente posible y que el PP está a muerte con él, ha sido el mensaje sobre el que ha girado el discurso de los populares en la última semana. Aunque el cuestionamiento interno del presidente haya seguido recorriendo el partido intramuros y por lo bajo. 

Además, Cospedal, Martínez-Maillo, Levy y también Javier Maroto han viajado en los últimos días por España (Cáceres, Soria, Menorca, Las Palmas de Gran Canaria...) para presidir diversas juntas directivas provinciales del partido. No así Pablo Casado.

No obstante desde el entorno de este último restan importancia ante ESdiario a su escaso protagonismo de los últimos días tras su estallido público del lunes 22 y argumentan que no es él solo, sino que hay que repartir el tiempo entre la secretaria general y los vicesecretarios (sin contar a Javier Arenas, que apenas asoma). Además de negar que se trate de cualquier tipo de "represalias".

Sea como fuere esta semana lo previsible es que no se escuche una palabra más alta que otra en el Partido Popular. Le toca a Mariano Rajoy.