| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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La purga de Puigdemont se lleva por delante tres consejeros críticos con el 1-O

La última limpieza llevada a cabo por el presidente de la Generalitat entre los que no comulgan a pies juntillas con su consulta independentista ilegal se ha cobrado la cabeza de Neus Munté.

| ESdiario España

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha comparecido este viernes para anunciar las nuevas caras del Ejecutivo que afrontarán la recta final del 1-O: Jordi Turull ocupará Presidencia y la portavocía, Joaquim Forn asumirá Interior, y Clara Ponsatí, la cartera de Enseñanza.

Puigdemont ha comunicado estos cambios junto al vicepresidente Oriol Junqueras en rueda de prensa conjunta convocada a las 11 horas en el Palau de la Generalitat.

Salen Neus Munté (Presidencia y portavoz), Jordi Jané (Interior) y Meritxell Ruiz (Enseñanza), así como el secretario del Gobierno, Joan Vidal de Ciurana, que se suman al reciente cese de Jordi Baiget como conseller de Empresa.

La cuarta cara nueva del Gobierno catalán será Víctor Cullell que entra como secretario del Gobierno en sustitución de Vidal de Ciurana; Puigdemont ha agradecido a todos los que salen del Ejecutivo su "honorabilidad, honestidad y lealtad" y ha asegurado que su labor ha sido extremadamente positiva.

Puigdemont cesará formalmente a los cuatro, pero ha asegurado que no lo hace por decisión propia, sino porque han sido los mismos consejeros y el secretario saliente los que han decidido "dar un paso la lado" y ceder su puesto a otros.

El presidente catalán ha asegurado que se entrevistó con todos los consejeros y que, tras estas reuniones, fueron estos mismos cuatro miembros del Gobierno los que han decidido dejar el Ejecutivo antes de empezar la fase decisiva del 1-O.

"Yo no he cesado a nadie. A todos los consejeros les he dicho que no tengo ninguna razón para cesarles porque han hecho un trabajo ejemplar. Lo han hecho honestamente y lealmente y solo podía aceptar su determinación y su determinación ha sido dar un paso al lado", ha resumido.

Puigdemont busca un gobierno cohesionado y sin fisuras para concretar el 1-O y ha explicado que las cuatro nuevas incorporaciones junto al resto de miembros del Govern empezarán a trabajar de "forma inmediata" para preparar, convocar y celebrar el referéndum.

El Govern está formado por miembros del PDeCAT y de ERC y la remodelación únicamente ha afectado a miembros del primer partido; Puigdemont ha pedido que no se lea como un enfrentamiento entre socios, ya que es un Govern de JxSí, que es la marca electoral con la que los dos partidos se presentaron a las elecciones de 2015.

"Formamos un solo equipo. No miramos el color. Las decisiones son solidarias y compartidas", ha completado Puigdemont, que ha agradecido el papel que ha jugado la líder del PDeCAT -su partido-, Marta Pascal, en las reuniones y negociaciones de las últimas horas.

En la misma línea ha intervenido el vicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras: "No hay consejeros del PDeCAT o de ERC o independientes. Hay consejeros del Gobierno de Cataluña para ayudar al trabajo del presidente".

Es la segunda remodelación en menos de dos semanas, ya que cesó al conseller Jordi Baiget por dudar de la celebración del 1-O por la presión del Estado.

Puigdemont ha recordado que es una "legislatura extraordinaria" que finalizará el 1 de octubre con uno de estos dos escenarios: la independencia, o unas nuevas elecciones autonómicas.

El presidente ha pedido que nadie dude de que el 1 de octubre habrá un referéndum con "urnas, papeletas y colegios electorales", y se ha mostrado convencido de poder hacerlo pese a que exista un rechazo frontal del Gobierno de Mariano Rajoy.

La remodelación del Gobierno tiene una derivada parlamentaria: Turull tendrá que dejar el liderazgo de JxSí en la Cámara catalana y se deberá buscar un sustituto, que Puigdemont no ha aclarado porque considera que es una decisión del propio grupo parlamentario como poder legislativo -y no suya ya que representa al poder ejecutivo-.