| 27 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Pedro Sánchez y Pablo Iglesias este miércoles en el Congreso.
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias este miércoles en el Congreso.

Bombazo: Iglesias desvela por error sus cuatro cesiones secretas a Pedro Sánchez

Las anotó en una hoja de su cuaderno que grabó una cámara indiscreta. Son la prueba de cómo se ha amansado el líder de Podemos en dos meses, desde que se ofreció como vicepresidente.

| Miguel Blasco España

Del Pablo Iglesias que compareció el 22 de enero para designar el Gobierno de Pedro Sánchez -mientras éste estaba reunido con el Rey- al que este miércoles dijo estar dispuesto a renunciar a ser vicepresidente si él es el problema ha llovido mucho.

La contestación interna al liderazgo de Iglesias, los rifirrafes con las confluencias -Compromís especialmente- y la luz roja encendida en las encuestas, en las que los electores castigan el inmovilismo de Podemos, han amansado a su jefe de filas.

El gesto de Iglesias prestándose a un sacrificio personal si así el PSOE pacta con Podemos, a sabiendas de que no es eso lo que quieren los socialistas, fueron fuegos de artificio, pero poco más. Las auténticas cesiones a las que está dispuesto se las guardó para la conversación privada.

Estas habrían seguido siendo un secreto de confesión de Iglesias a Sánchez de no haber sido porque una cámara de Cuatro grabó la hoja del cuaderno en la que el líder del partido morado claudica en varias de sus líneas rojas. Cesiones que he trasladado, se titula. 

Lo más significativo es que está dispuesto sólo a derogar la reforma laboral del PP y volver a la última de José Luis Rodríguez Zapatero, la del año 2010, que provocó una huelga general en septiembre de ese año. Hasta ahora Podemos venía exigiendo la derogación de ambas.

En segundo lugar Iglesias accede a una reducción del déficit público a mayor ritmo del propuesto inicialmente por el partido morado, que pretendía relajar los objetivos hasta el año 2019. Ese año, que Bruselas ha fijado como el de la estabilidad presupuestaria, Podemos pretendía de entrada estar en el 2,2% del déficit.

En tercer lugar Iglesias está dispuesto a renunciar a 36.000 millones de gasto público. En su programa hablaba de aumentarlo en 96.000 millones entre 2016 y 2019; ahora se conforma con 60.000 millones.

Y en cuarto y último lugar se compromete a rebajar las condiciones de la reforma fiscal que persigue Podemos, que originariamente pretendía aumentar la recaudación en 40.000 millones de euros en los próximos años básicamente gracias a las grandes fortunas.  

No es una rendición, pero sí un primer paso. Uno muy significativo, puesto que nunca antes Pablo Iglesias había mostrado una actitud tan sumisa.