Ya es oficial: Simeone ya tiene al delantero que más quería

Desde las doce de la noche, Luis Suárez ya no es jugador del Barcelona y, a la espera del pertinente reconocimiento médico, lo será del Atlético de Madrid. Así, el Cholo Simeone tiene al jugador que quería, un tremendo goleador que, pese a que lógicamente su rendimiento ha descendido con el paso de los años, aún garantiza un buen número de tantos. 

"El Atlético de Madrid y el FC Barcelona han alcanzado un acuerdo para el traspaso de Luis Suárez, condicionado al correspondiente reconocimiento médico y al acuerdo y formalización posterior del nuevo contrato del delantero uruguayo con nuestra entidad", se puede leer en un comunicado colgado por el club rojiblanco en su página web. 

Por su parte, el FC Barcelona, a través del mismo cauce, quiso expresar "públicamente su agradecimiento a Luis Suárez por su compromiso y su dedicación y le desea mucha suerte y éxitos en el futuro". En el comunicado del club catalán se asegura que el Atlético de Madrid pagará 6 millones de euros en variables por Luis Suárez, que jugará en el Metropolitano durante las dos próximas temporadas. 

Este extremo no ha sido confirmado por el Atlético de Madrid que siempre ha defendido que ficharía al uruguayo a coste cero, después de que Koeman le dijera, nada más aterrizar en Barcelona, que no contaría con él para el nuevo proyecto del holandés. 

Luis Suárez llega al Atlético para ocupar la plaza que ha dejado Álvaro Morata, que se ha ido cedido a la Juventus para jugar al lado de Cristiano Ronaldo y bajo las órdenes de su excompañero en el cuadro turinés, Pirlo. 

Suárez fichó por el Barcelona después de golear en Holanda, primero en el Groningen y después en el Ajax, y más tarde en el Liverpool. Con el club blaugrana ha jugado seis temporadas en las que ha ganado una Champions League, cuatro Ligas, cuatro Copas del Rey, dos Supercopas de España y una de Europa.

El uruguayo de 33 años abandona el Barça como el tercer goleador de toda su historia, con 198 tantos, solo por detrás de César y de su gran amigo Leo Messi. Esta amistad entre el uruguayo y el argentino parece estar en el origen de su convulsa salida del Camp Nou, como uno de los motivos de la grave crisis deportiva e institucional por la que pasa el Barcelona.