Estimulos de violencia machista: La tela de araña

Dentro del ámbito de la violencia machista podemos observar, cuando vamos los policías en general a los requerimientos urgentes, que hay muchas circunstancias que favorecen el comportamiento violento en los agresores. Las drogas y el alcohol son condicionantes para que se produzcan reacciones súbitas de agresión y, como nota importante, destacar “los celos” emotivos del hombre con respecto a la mujer. Cualquier excusa es buena para utilizar las formas de control y poder sobre la pareja sentimental. Los reproches constantes pueden llevar a la agresión como forma de “cortar la comunicación” en un estado puro de dominancia y de poder. 

Aunque nunca podemos saber con certeza qué motivos pueden ser los causantes de una situación límite en la que la mujer está en peligro, sí que sabemos que una “separación” o decisión firme de separación de la mujer con respecto al hombre es síntoma de “alerta” y consecuentemente de peligro.

Hay que activar todas las alertas cuando la separación se produce. Los primeros sentimientos del hombre al ser rechazado, ignorado, apartado, le provocan una frustración en la que sigue pensando “que la mujer le pertenece” y no puede “irse de una forma tan fácil”. No aceptan que escape a su “control”, a su tela de araña. La impulsividad puede aparecer en cualquier momento, y el detonante de la explosión es imprevisible incluso para el mismo agresor. En ocasiones puede haber una planificación maquiavélica, inclusive maldad, y tener deseos de venganza. Como estamos viendo continuamente en la televisión y medios de comunicación.

(*) Oficial de Policía Local y cofundador del grupo EmeDdon

Ayer, en Vila-real, cambiando experiencias el grupo EmeDdona con el responsable de la unidad de violencia de Género GAVIM, Jehová Vicent, nos explicaba que incluso existen casos de un maltratador que tiene una “orden de alejamiento” con su ex pareja y que con la actual repite los mismos comportamientos y patrones violentos que con la anterior. También nos hizo saber lo importante que es educar a los jóvenes para que no normalicen los comportamientos agresivos, y que se entienda la igualdad entre cualquier persona.

Existe una gama de perfiles diferentes en cada agresor, en cada individuo. ¿Por qué lo hacen?... Sin lugar a dudas deberían de realizarse estudios empíricos por aquellos criminólogos y psicólogos especializados en la temática a la hora de establecer estrategias que puedan aportar mayores datos a la sociedad, y a nuestro sistema penal y social. Cuestiones que te recuerdan las extraordinarias clases de Daniel Ferrandis, Vicente Garrido y Manuela Martínez Ortiz (profesorado de la universidad de Valencia) en las teorías y estudios del comportamiento violento y las posibles causas de la criminalidad.

Echamos de menos aquellas intervenciones del programa –Redes- de Eduart Punset, con aquellos expertos que nos aclaraban ciertas dudas sobre la violencia y las posibles soluciones o teorías que se podrían adoptar.

(*) Oficial de Policía Local y cofundador del grupo EmeDdon