| 24 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Margarita Robles, tras ella Rafa Hernando, Pablo Iglesias y Albert Rivera.
Margarita Robles, tras ella Rafa Hernando, Pablo Iglesias y Albert Rivera.

Ciudadanos se encaró con Margarita Robles: “¡Os acordareis de nosotros!”

Trifulca en el Congreso. El “mal rollo” entre los de Albert Rivera y los de Pedro Sánchez retornó con intensidad a cuenta de la Prisión Permanente Revisable. El PSOE andaba sobre aviso.

| Ricardo Rodríguez Opinión

El PSOE aún tardará en digerir el tenso debate vivido en las Cortes sobre la Prisión Permanente Revisable, que se ha convertido en una auténtica losa de efectos impredecibles para sus intereses. Los matices y precisiones están llamados a desaparecer en una esgrima partidista de trazo grueso. Sobre la figura penal vuelan dardos verbales, mientras partidarios y detractores clavetean sus mensajes favoritos. Nadie renuncia a las pedradas.

Los socialistas que vienen dándole vueltas a cómo frenar la sangría para su imagen – porque se prolongará en el tiempo – y, aunque han prometido aguantar presiones, andan alterados. “Hay que permanecer impasible ante las críticas, porque, finalmente, esgrimen en Ferraz, la militancia premiará nuestra capacidad de sostenella y no enmendalla”. En ese argumentario complaciente se cita, cómo no, la guerra sin cuartel entre PP y C´s, en la confianza en que ambas fuerzas políticas encaminan sus pasos hacia el desgaste mutuo.

Sin embargo, las pasadas manifestaciones-denuncia de Margarita Robles contra populares, pero más aún contra los naranjas, anticipan una nueva etapa. A partir de ahora, la cohabitación en la Carrera San Jerónimo promete ser mucho más compleja. Tal vez porque la portavoz del Grupo Socialista no pinchó precisamente en hueso. La decisión de C´s de desbloquear el camino parlamentario de esta figura penal viene siendo atribuida en Ferraz a su portazo a una reforma de la Ley Electoral.

La nula disposición del PSOE a ir de la mano de la organización de Albert Rivera terminó como el rosario de la Aurora. Sin el concurso de los socialistas, la reforma auspiciada por Rivera, junto a Pablo Iglesias, se condenó al fracaso ante la falta de apoyos suficientes. Tan rotos quedaron los puentes, cabe recordar, que PSOE y C´s aprovecharon sus comparecencias a la conclusión de su cita a mediados de febrero para lanzarse al cuello.

Robles recriminó a los naranjas andar con la calculadora para agrandar su representación y José Manuel Villegas acusó a los socialistas de renegar de su propio programa. Sin paños calientes, sí, pero es que, entre bambalinas, a decir de testimonios socialistas, mediaron incluso amenazas. El secretario general del Grupo C´s, Miguel Gutiérrez, habría perdido literalmente los papeles y le espetó airado a Margarita Robles: “¡Os acordareis de esto!” El guante estaba echado.

“De aquellos posos, estos lodos”, repiten en el PSOE. Tal vez. Pero ello no exime de la conciencia de cada uno y la responsabilidad. La insensibilidad que hacia las víctimas han llegado a demostrar los socialistas – el portavoz de Justicia, Juan Carlos Campo, arrastrará su intervención parlamentaria para los restos - debería ser reparada por todos los medios posibles, anteponiendo la reparación en la medida de lo posible de su dolor a los supuestos derechos de desalmados a todas luces irredentos. No puede ser de otra manera.