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Final del Mundial de Sudáfrica 2010: Diez detalles de un partido para la historia

Hoy, 11 de julio, se cumplen diez años del triunfo que dio a España su primer Mundial de fútbol. Fue en una noche fría en Sudáfrica ante una agresiva Holanda. Un día y un Mundial lleno de detalles.

| Redacción deportes Deportes

Desde hace 10 años, el 11 de julio no es un día normal. Siempre hay alguien que recuerda que ese día, domingo para más señas, de 2010, todos fuimos un poco más felices. Te gustara o no el fútbol, todo el mundo gritó cuando Iniesta marcó el gol de su vida y dio a España el primer, y hasta el momento, único Mundial de toda su historia.

Todos nos acordamos de dónde vimos el partido, con quién lo hicimos, a quién abrazamos cuando el árbitro pitó el final y, también, de las legañas que todos tuvimos al día siguiente en el trabajo, por lo menos los que llegaron. Fue una cita increíble, única, un lugar al que regresar siempre, un partido en el que quedarse a vivir, la mejor excusa para olvidar nuestros problemas. Parece mentira, pero ya han pasado 10 años de aquella noche mágica, y fría, porque en Sudáfrica hacía frío, en el inolvidable Soccer City de Johanesburgo.

https://youtu.be/MveVP7ZOXcI

Aunque muchos tenemos el partido grabado a fuego en nuestra memoria, nos proponemos seleccionar algunos detalles de aquella cita para la historia que, probablemente, no recuerdes.

Jimmy Jump, el primero en saltar al campo

No fueron, como tradicionalmente sucede, los árbitros los primeros en pisar el césped del Soccer City antes de dar comienzo al encuentro. Un habitual de estos saraos, el catalán Jimmy Jump, se empeñó en hacerse presente en una cita tan importante como la final de un Mundial.

https://youtu.be/Qpu373r4Fl8

Solo un mes antes había logrado colarse en durante la intervención de Daniel Diges en el Festival de Eurovisión celebrado aquel año en Oslo y aquello le debió de saber a poco. Aunque la retransmisión oficial de la UEFA no enfocó en ningún momento al espontáneo más conocido del mundo, sí que en grabaciones particulares se ve cómo intentó tocar la Copa del Mundo. En esta ocasión, no tuvo éxito, ya que miembros de la seguridad le placaron justo antes de llegar a su objetivo.

https://youtu.be/hdFOxDawvMQ

"Tendría que haber expulsado a De Jong"

Son declaraciones literales de Howard Webb, el colegiado inglés que arbitró la final. Como Holanda sabía que jugando al fútbol no tenía demasiado que hacer ante España, recurrió al juego duro, durísimo en ocasiones, desde el primer minuto. Dos jugadores especialmente, Van Bommel, ex del Barça y Nigel De Jong, por aquel entonces en el Manchester City y a día de hoy dando sus últimas tardes de gloria en Catar, fueron los más agresivos con los futbolistas españoles.

https://youtu.be/iSN6t9_A82A

La jugada más salvaje de todo el Mundial, y de varios Mundiales quizá, llegó en el minuto 28 cuando De Jong impactó de manera brutal en el pecho de Xabi Alonso. Era una expulsión de libro, pero Webb lo cerró con amarilla.

El colegiado inglés publicó una biografía en 2016 titulada The Man in the Middle en la que, literalmente, reconoce su error al afirmar que "no fue hasta el descanso cuando me di cuenta de que la entrada podría haber sido de expulsión... Me sentí abatido hasta no poder más. Sentí que había fallado en la final de un Mundial. Qué jodida pesadilla".

La FIFA multó por su dureza... ¡a los dos equipos!

Nunca una final de un Mundial había tenido tantas tarjetas para jugadores de ambos equipos. Webb sacó 14 amarillas en total: 9 para los holandeses, incluida una doble al ex del Atleti John Heitinga en el último tramo de la prórroga, y 5 para los jugadores españoles, aunque una fue para Iniesta por recordar a Dani Jarque al levantarse la camiseta tras el gol, y otra para Xavi por perder tiempo en el último minuto del encuentro.

Por este comportamiento antideportivo, la FIFA, un mes después de la disputa de la final, multó con 14.500 y 9.650 dólares, respectivamente a Holanda y a España por aquel lamentable espectáculo antideportivo que, curiosamente, solo dio el equipo naranja. Fue en lo único que nos ganó el conjunto neerlandés.

Del Bosque, ausente en Argentina 78, se vengó

Vicente del Bosque disputó 18 partidos internacionales con España. Debutó, junto a su compañero en el Real Madrid Carlos Alonso Santillana, el 17 de abril de 1975 en un amistoso en el Bernabéu ante Rumanía. En el banquillo, un mito: Kubala, que tenía por costumbre regalar una gorra de terciopelo rojo con la fecha bordada en amarillo a todos los debutantes. Del Bosque aún la conserva. Y con mucho cariño.

Del Bosque no participó nunca, como jugador, en un Mundial, sí en una Eurocopa, la de 1980. Habría estado en Argentina de no sufrir una rotura de tibia, aunque cuando Kubala dio la lista definitiva ya estaba recuperado. Más de 30 años después, Del Bosque no pudo convocar a David Villa, máximo goleador del Mundial, para la Eurocopa de 2012 por el mismo motivo.

¿Qué haría ese 14% que no vio la final?

Se calcula que aquella final del 11 de julio de 2010 fue vista por 760 millones de personas en todo el mundo, convirtiéndose, de esta manera, en el espectáculo deportivo más visto de toda la historia.

En España también batió todos los récords. Se retransmitió simultáneamente a través de Telecinco y de Canal+ y la estadística sigue siendo arrebatadora: la prórroga alcanzó una cuota estratosférica del 85,9% y 15.605.000 espectadores. La pregunta es evidente: ¿Qué estaba haciendo el 14,1% restante?

El Barça, con tres refuerzos de lujo y un obrero

Aunque los madridistas aún recuerdan el ridículo que hizo pasar Mourinho, con su Inter, al Barça de Guardiola en la Champions, lo cierto es que el Mundial coincidió con uno de los mejores momentos de la reciente historia del club blaugrana. Del Bosque, madridista confeso, no se dejó llevar por los colores y construyó la columna vertebral de la selección alrededor de aquel Barcelona de ensueño.

En la final alineó a seis jugadores blaugrana, Puyol, Piqué, Busquets, Xavi, Iniesta y Pedro, y a otro, David Villa, que acababa de fichar por el club culé. Pero ellos no hubieran sido capaces de lograr este histórico triunfo si no hubieran contado con el santo en la portería, el inmortal Iker Casillas, Sergio Ramos, jugando en el lateral derecho, Xabi Alonso, que compartía con los dos anteriores vestuario en el Bernabéu, y Joan Capdevila, que en Liga corría, incansable, la banda izquierda del Madrigal en Villarreal y era el único que se salía del tradicional duopolio Barça-Real Madrid.

El año 2010, más ruidoso que los anteriores

Juan Miguel Barrigón, responsable del Laboratorio de Acústica de la Universidad de Extremadura, fue el autor de un estudio que evaluó el comportamiento del ruido que se produjo en España a lo largo del año 2010. Y llegó a una conclusión la mar de interesante: el promedio anual de decibelios se incrementó ese año hasta en 0,7 puntos por la alegría que provocó la selección española.

No es, ni de lejos, broma. El estudio del profesor extremeño desveló que la noche del 11 de julio, coincidiendo con el histórico gol de Iniesta, se superó en un 35 por ciento el nivel de ruido que aconseja la Organización Mundial de la Salud (OMS) en horario nocturno, situado en 55 decibelios. Llegamos a los 80 decibelios, una auténtica barbaridad.

Iniesta, factor clave del aumento de la natalidad

En un país con la tasa de natalidad hecha un desastre como el nuestro, siempre se han relacionado los repuntes de ese maltrecho índice con los éxitos deportivos. Y 2010, o mejor dicho, 2011, no fue la excepción sino más bien la regla que lo confirmó. Andrés Iniesta y su mujer, Anna Ortiz, fueron padres de su primera hija, Valeria, el 3 de abril de 2011. Solo hay que hacer cuentas y sonreír.

Un estudio de una empresa de productos eróticos determinó en su momento que hubo un 45% más de nacimientos en aquel mes de abril, aunque nunca se confirmó semejante afirmación.

Hasta el último minuto se esperó por Mandela

Solo un detalle podría mejorar la imborrable imagen que encabeza estas líneas. Iker Casillas levantó la Copa del Mundo que le entregó el por aquel entonces presidente de la FIFA, Joseph Blatter, que años después fue acusado por presuntos delitos de corrupción. La fotografía habría quedado mucho mejor, indudablemente, con Nelson Mandela dando el trofeo al santo español. Se le esperó hasta el último momento, pero el histórico líder sudafricano vio el partido desde su casa.

Sí que estuvo en la ceremonia de clausura que se celebró antes del encuentro, pero su avanzada edad, tenía 91 años en aquel momento, le obligo a retirarse a descansar. "Mi abuelo cumplirá 92 años la próxima semana", declaró Mandla Mandela, nieto del Premio Nobel de la Paz, aquel mismo domingo, "y este será un partido nocturno. La entrega del trofeo está prevista para las 22.30 o las 23.00 horas y eso será muy agotador para él", comentó el nieto.

No se pudo repetir, desgraciadamente, la inmortal fotografía de Mandela entregando el trofeo de campeón del Mundo de rugby al capitán de la selección sudafricana, Francois Pienaar, en 1995. De aquello, hasta salió una película de Clint Eastwood; Invictus, para más señas.

https://youtu.be/o2isdUuHmFY

Y fueron (fuimos) felices y comieron perdices

https://youtu.be/4_zClTqBpjA

La final del Mundial de 2010 también tuvo su lado romántico. Y muy marcado. Una de las imágenes de aquel sueño imborrable llegó al final del encuentro cuando Iker Casillas besó a su novia, la periodista Sara Carbonero, que le estaba entrevistando en directo. El capitán, visiblemente emocionado, recordaba en su interior las críticas que un medio hasta entonces serio como The Times había vertido sobre la pareja después de la derrota inaugural ante Suiza. Aquel beso emocionó a toda España. Ambos formaron una familia y continúan su relación, ahora en Oporto.

Pero aquella cita sudafricana cambió para siempre la vida de otro integrante de la selección campeona del Mundo. El bisoño Gerard Piqué cayó rendido a los evidentes encantos de la colombiana Shakira, intérprete del mítico Waka, waka, la canción de aquel Mundial. Él tenía 23 años y ella 10 más. Por si necesitaban algún motivo cabalístico que fundamentara aquel flechazo, los dos nacieron un 2 de febrero. Pocos daban un duro por una relación que, felizmente y con dos hijos de por medio, continúa diez años después.