| 25 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Cañamero, con la bandera de la política de camiseta y chándal hasta el final

El diputado de Podemos, fiel a su vocación de ‘hombre anuncio’, volvió a dar la nota en el Parlamento exhibiendo en su atuendo su amor incondicional por la Venezuela chavista.

| Buendía Opinión

 

Empujado por los aires renovados y la “nueva política” que Podemos y sus confluencias aseguraron introducir en el Congreso, se coló entre otros uno de los líderes del Sindicato de Obreros del Campo, el ínclito Diego Cañamero, que le cogió gusto a eso de convertirse en ‘hombre anuncio’ o más exactamente ‘hombre propaganda’, exhibiendo camisetas con lemas y proclamas más o menos reivindicativas.

La última ‘camiseta protesta’ la ha vestido con motivo del debate de una propuesta del PP en la que pedían que se reconociese a Juan Guaidó como presidente de Venezuela. La proposición salió adelante a pesar de la negativa de partidos como Podemos, ERC y Bildu. Y durante el debate, Cañamero se sentó en su escaño con una camiseta en la  que se podía leer "Yo con Maduro".

No es la primera vez que Cañamero muestra su apoyo al dictador ya que en un tuit llegó a escribir el pasado 4 de febrero: "Si Pedro Sánchez reconoce a Juan Guaidó, a partir de ahora, yo no reconoceré a Pedro Sánchez como presidente".

 

Y tampoco es la primera vez que Cañamero aparece en el Hemiciclo con este tipo de camisetas. Hace unos días, llegó al Congreso con otra en la que se pedía la libertad para los dirigentes separatistas presos. Y antes una más en la que se leía “Yo no voté a ningún rey”.

Más allá, o bastante más allá, de la carga ideológica y de pensamiento que atesoran todos estos mensajes, lo que pone en cuestión la conducta de un tipo como Cañamero en una institución de tanto relieve como el Congreso es la vergonzosa idea de la responsabilidad institucional que posee. Porque ser admirador de Chávez, y de su tiranía liberticida de chándal, ya resulta penoso; pero exhibirlo en una camiseta cutre no tiene perdón de puro trasnochado y patético. Y a su edad.